Vista parcial de la estación de autobuses de Cádiz, construida junto a la de Renfe
Vista parcial de la estación de autobuses de Cádiz, construida junto a la de Renfe - ANTONIO VÁZQUEZ
INFRAESTRUCTURAS

Una estación de autobuses sin autobuses

La obra de la terminal está a punto de concluir, pero su inauguración sigue en el aire

Los problemas surgidos para construir los accesos complican su estreno y es el Ayuntamiento quien realizará una obra provisional, de la que aún no hay fecha

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La obra de la nueva estación de autobuses de Cádiz se ha convertido en la casa de los líos. La Junta culminará los trabajos de construcción en los próximos días y dejará las instalaciones a punto para su apertura. Sin embargo, el estreno de la terminal se antoja complicado debido a la imprecisión surgida sobre la construcción de sus accesos. Ninguna administración ha asumido, de momento, esta responsabilidad, aunque fue el Ministerio de Fomento, a través de Adif, quien se comprometió a urbanizar el entorno. Este compromiso, no obstante, tenía una serie de condiciones que, finalmente, han jugado en contra del interés general.

El convenio firmado en 2008 para sacar adelante el proyecto de la nueva estación de autobuses de Cádiz, anexa a la actual estación de Renfe, fijaba los requisitos formulados por Fomento para ceder más de 4.000 metros cuadrados de suelo y, además, recogía las condiciones para abordar la construcción de los accesos.

Así, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se comprometía por escrito a pagar la obra de urbanización con las plusvalías de la venta de una parcela aledaña, junto a la plaza de Sevilla. Pero el tiempo ha pasado y Adif no ha sido capaz de vender ese suelo. La parcela ha salido a subasta hasta en cuatro ocasiones. No interesa. El plan urbano de Cádiz solo permite la construcción de oficinas en la zona, lo que resta atractivo a la inversión.

Ante esta situación, los gestores de esta empresa pública que depende de Fomento han declinado asumir la construcción de los accesos, ya que el convenio lo ampara. Es decir habría que redactar un nuevo acuerdo  para que Adif se hiciera cargo de los accesos a la estación. El blindaje de Adif en el citado convenio ha sido objeto de críticas por parte del nuevo gobierno local, que apunta a la exalcaldesa Teófila Martínez como responsable del asunto.

La reordenación del transporte público en Cádiz depende de la apertura de las instalaciones

Ante este problema, la subcomisión de Urbanismo que se encarga de velar por la reordenación de la plaza de Sevilla, donde están representados las tres partes implicadas: Adif, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz, decidió a mediados del pasado septiembre habilitar una solución provisional al conflicto generado con la obra de los accesos. El consistorio gaditano fue quien dio el paso y garantizó los suministros básicos de luz y agua a las nuevas instalaciones, además de abordar un plan de accesos para comunicar la carretera Industrial con la nueva estación y permitir con ello la entrada y salida de los autobuses.

Casi dos meses después de aquella reunión, la Junta aún aguarda una notificación del consistorio gaditano que aclare cómo y cuándo ejecutará esa obra. Todo estaba previsto para que la estación de autobuses entrara en funcionamiento a finales de este año, pero en estos momentos nadie se atreve a fijar una fecha en el calendario. Fuentes municipales han confirmado que los técnicos de Urbanismo están redactando el plan de obras para habilitar una glorieta frente a la puerta del astillero de Cádiz y asfaltar los metros de calzada que restan hasta la nueva estación, pero tampoco se atreven a dar una fecha de inicio y terminación de los trabajos.

La obra arrancó en noviembre de 2014 y ha supuesto una inversión de 2,8 millones de euros, cofinanciada con fondos Feder de la Unión Europea. La nueva estación se encuentra en la avenida de Astilleros y facilitará una conexión intermodal por tren, autobús, bicicleta y catamarán.

El nuevo equipamiento cuenta con ocho dársenas para parada de autobuses convencionales y dos instalaciones más destinadas a vehículos articulados, todos ellos con sus respectivos andenes y un espacio abierto de 575 metros cuadrados que albergará sala de espera, sala de control, tres taquillas, una dependencia para información y consigna, aseos, almacén y área para concesión de bar o máquinas de venta. La estación tendrá acceso a aparcamiento de bicicletas y coches.

Por otra parte, la Junta se encargará de la construcción de un ascensor interior que comunicará la estación de autobuses con la de trenes. Se trata de una obra complementaria, ya que, por motivos de seguridad, no está permitido el acceso directo de una a otra. Este elevador llevará a los pasajeros hasta una pasarela que, a su vez, conducirá hasta la entrada principal de la estación de Renfe. La reordenación del mapa del transporte urbano e interurbano de la capital está pendiente de la apertura de la estación. Las nuevas instalaciones unificarán las líneas.

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