El obispo de Cádiz celebra el Jubileo de las familias e invita a la misericordia

El obispo de Cádiz, Rafael Zornoza ha presidido este domingo el Jubileo de las Familias con motivo de la solemnidad de la Sagrada Familia y en el marco del año dedicado a la misericordia.

Centenares de fieles se han dado cita en esta Eucaristía celebrada en la Catedral de Cádiz y en la que Zornoza volvió a destacar el valor de la familia cristiana y además incidió en la necesidad de fe y de perdón que existe actualmente en la sociedad.

A las 12.00 horas sonaban las campanas del primer templo de la ciudad invitando a este momento que fue seguido por muchas familias. Numerosos niños pequeños acompañaron a sus padres durante la celebración. Incluso algunos iban vestidos de pastores.

En su homilía el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, ha repasado algunas de las cuestiones más importantes para las familias cristianas.

«Esta celebración nos recuerda nuestra riqueza como personas ante Dios unidos por el amor formando una familia». También habló de la importancia de la educación de los hijos. «Crecer en edad no tiene ningún mérito pero sí en sabiduría, en madurez, en idoneidad como persona, en equilibrio... la estatura interior del hombre que viene de muchas más cosas». Otra de las cuestiones que ha abordado el obispo ha sido la de la gracia. «Necesitamos recordar el sentido de la gracia, de la fe y la esperanza. Nosotros queremos recibir una gracia, la del Jubileo. Esto es algo más que un regalo, un don divino no humano. Es muy importante la familia que quiere ser fiel al Señor. Hay que recuperar el sentido de la gracia, educar en la gracia de Dios», explicó Zornoza.

Durante su discurso se ha recordado la trascendencia de este año Jubilar de la Misericordia convocado por el Papa Francisco y que se inició el pasado 8 de diciembre. En este caso Zornoza afirmó que «solo desde la misericordia de Dios el hombre puede vivir y ser feliz». Asimismo ha recalcado que es imprescindible recuperar en familia el sentido de la oración y «ser pioneros en el mundo del camino del amor y la vida».

Tras la homilía, la celebración continuó con la renovación de los votos de los matrimonios que asistieron a la Eucaristía. Además se impartió una bendición especial para las familias que asistieron.