Los mayores denuncian las múltiples carencias de la sala.
Los mayores denuncian las múltiples carencias de la sala. - ANTONIO VÁZQUEZ
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Los mayores de Loreto, en pie de guerra contra el Ayuntamiento

Lamentan la «falta de voluntad política» para que los mayores de la zona tengan un espacio para la convivencia

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Los mayores de Loreto, Puntales y Cerro del Moro lamentan que desde el Ayuntamiento «sólo nos pongan pegas e impedimentos» en la sala de mayores situada junto al centro Micaela Aramburu y que depende de la delegación de Asuntos Sociales y Mayor.

Este centro, aunque abrió sus puertas a mediados del pasado mes de enero, fue inaugurada por el alcalde, José María González Santos, en septiembre del pasado año 2016. Desde su apertura, la sala (que ya cuenta con un conserje) se encuentra «vacía y sin vida ante sus múltiples carencias», por lo que los mayores decidieron pedir permiso al Ayuntamiento para celebrar una asamblea para dar a conocer este espacio de reunión. Muestran su «sorpresa e indignación» ya que consideran que no existe «voluntad política» para que los mayores de la zona tengan un lugar de convivencia ya que «este permiso, al igual que el de la gestión de la cafetería, nos ha sido denegado por parte de la concejal del Mayor, Ana Camelo».

Aseguran que la falta de una televisión y de una cafetería para que los mayores puedan tomarse algo «hacen poco atractiva esta sala, que la mayoría de los días está completamente vacía».

Los argumentos que les ha dado el Ayuntamiento es que se «limitaría, coartaría o hipotecaría el uso del espacio para atender al princpio de participación activa» ya que se trata de un «espacio diáfano» en el que no pueden realizarse más de una actividad al mismo tiempo.

Desde el Consistorio se ha solicitado que esta sala pase a ser Centro de Participación Activa aunque los mayores creen que «están tratando de aburrirnos porque las intenciones del equipo de Gobierno eran otras. Ellos pretendían dividir el local en dos salones para cederlo a otros colectivos, aunque esta propuesta fue rechazada en el Consejo Local del Mayor».

Creen que «no nos perdonan que en la inauguración hiciéramos nuestras reivindicaciones».

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