TRIBUNALES

El fiscal plantea una pena alternativa por un delito contra la integridad moral para el exdirector de Salesianos

El Ministerio Público añade a la consideración del tribunal esta modificación por si no quedara suficientemente probado que Don Javier cometió abusos sexuales

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Octava y penúltima sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra el exdirector de Salesianos. La jornada terminaba este miércoles con la elevación de las partes de sus conclusiones a definitivas con modificaciones importantes. La Fiscalía, que continúa pidiendo al tribunal la condena para López Luna por doce delitos de abusos sexuales continuados, ha incluido como alternativa por el delito contra la integridad moral, la pena de quince meses de prisión por cada uno de ellos.

Así las cosas, si finalmente el tribunal considera probados los supuestos abusos sexuales contra menores, la condena final para el exdirector de Salesianos podría ser de 38 años de cárcel pero, si no fuese el caso, y cree que sí es autor de un delito contra la integridad moral de dichos niños, su pena podría verse reducida a unos quince años.

Por otro lado, las faltas por lesiones han quedado despenalizadas y en base a la disposición transitoria 4ª de la Ley Orgánica 1/2015 de 30 de marzo, se ha dejado sin efecto la sanción penal de las antiguas faltas de lesiones, sin perjuicio de la responsabilidad civil que corresponda.

El letrado de la Junta que defiende a uno de los 27 menores presuntamente afectados se ha sumado a esta petición fiscal mientras que la defensa del acusado ha pedido una sentencia absolutoria para su cliente.

El perito de la defensa

Las partes dieron sus conclusiones tras los testimonios que ofrecieron otros trece testigos, una versiones que fueron de nuevo muy diversas. El primero en declarar fue un perito clínico que, aportado por la defensa, insistió en asegurar que López Luna «no cumple con ninguno de los requisitos que tienen los abusadores sexuales». El perito definió a Don Javier como una persona «abierta a relaciones interpersonales, sincero y muy confiado» por lo que, tras evaluarlo en cinco sesiones de tres horas, concluyó que era «improbable» que hubiera podido agredir a los niños. Su valoración fue puesta en duda de manera vehemente por el fiscal que criticó que se hubieran llegado a tales conclusiones tan sólo con unas entrevistas personales con el subdirector sin indagar en su entorno o en el sumario. Según su análisis, por los hechos denunciados, el sacerdote presenta «un trastorno de estrés postraumático» por tener que abandonar la ciudad, la docencia y haber pasado un mes en prisión «pensando que lo iban a matar». El Ministerio Público le preguntó si su actitud podía corresponder más bien a una patología de sadismo sexual pero el perito insistió en que esos comportamientos tampoco encajan con los del acusado.

Además declaró una exalumna del centro que aseguró que también subía «con asiduidad» junto a otras chicas al despacho del exdirector como algo «normal». Afirmó que ella misma había recibido el ‘abrazo del oso’ por parte del cura pero que nunca se sintió mal por ello porque se lo hacía «en plan cariñoso». «La relación que tenía con los chicos era buena si no, no hubieran subido más», explicó.

Aviso de los docentes

Otro de los declarantes fue el subdirector del colegio. Según éste no vio nada extraño en el despacho que le alertara y que además ningún padre ni alumno le presentó alguna queja al respecto. Explicó que la relación del sacerdote con los niños era «cercana, de colega» aunque sí comentó que el trasiego de los alumnos a las oficinas donde se encontraba Don Javier coincidió con su llegada al centro. Por otro lado, el subdirector reconoció que los profesores sí le alertaron de las subidas frecuentes de los niños al despacho en horas de clase pero que «no pudo hacer nada» porque «esas salidas estaban autorizadas». Además, aseguró que la responsabilidad de comunicar dichas ausencias a los padres era de los profesores.

El subdirector admite que los profesores le alertaron de las faltas pero afirma que «no podía hacer nada»

También por parte de la defensa declaró el presidente del AMPA. Según manifestó «si hubiera habido algún grito lo hubiera escuchado» ya que su lugar de trabajo era contiguo al de López Luna. Aseguró que en la asociación nunca recibieron ninguna queja, una consideración que puso en entredicho el fiscal ya que, como apostilló, si los padres nunca se enteraron de lo que ocurría porque se hizo caso omiso a los profesores que alertaron de las «frecuentes visitas», difícilmente se pudieron quejar.

Por otro lado, ofreció su versión una profesora del aula de apoyo y miembro del equipo orientador. Ella tuvo una «estrecha relación» con dos niños marroquíes que necesitaban de su programa de colaboración educativa. Estos dos alumnos subían al despacho porque según le decían Don Javier «les ayudaba» y aseguró que «nunca» le contaron nada «extraño». Durante su declaración recordó un episodio que le causó «extrañeza» cuando una semana después de que saltara todo se encontró con uno de los niños denunciantes y le preguntó que le parecía el asunto. «Le dije que en este país hay presunción de inocencia y me contestó que iban a ir por todos los profesores».

«Un niño me dijo: porque no eres salesiano, que si no, vas dentro como el curita», contó una profesora

En esta línea se manifestó otra educadora encargada de los pisos de acogida. Contó que tras la detención del sacerdote, un grupo de niños jugaba en la fachada del colegio. «Se estaban dando cates y les pedí que lo dejaran. Entonces, me dijeron:déjanos, nosotros repartimos denuncias como galletas. Porque no eres un salesiano, si no vas dentro con el curita». Y añadió:«Los niños siguen alardeando de poder, están muy creciditos, ¿atemorizados? Atemorizada voy a estar yo cuando salga de aquí».

Testigos de Badajoz

Desde el colegio de Badajoz, donde López Luna fue director cinco años, llegaron ayer varios testigos. El primero de ellos fue un antiguo alumno que aseguró que su inquietud por estudiar una carrera se debió a la enseñanza que le transmitió el exdirector. Además aseguró que subía «con otros y solo» también al despacho allí en el centro extremeño pero que nunca vivió nada «raro». Contó que él fue el encargado de grabar un spot de televisión contra las drogas que fue premiado; uno similar al que se rodó aquí. Según el joven su realización no escondía ningún ánimo libidinoso por parte del religioso. En la línea se manifestaron otros dos presidentes del AMPA de Badajoz que destacaron la personalidad de DonJavier como «cercana» y «amigo» de los alumnos.

Por su parte, el Superior Provincial de Salesianos en Extremadura, Andalucía y Canarias, quien fue el responsable del traslado a Cádiz de López Luna, explicó que la «confianza» con los alumnos «es una pieza clave» del sistema educativo salesiano.El religioso consideró como«habitual» que los niños entren en los despachos de los directores. «Él tenía esta costumbre que traía y nunca le había dado problemas».

Tras estos nuevos testimonios y las conclusiones el juicio quedará este jueves visto para sentencia.

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