ELECCIONES 20-D

Cádiz, un símbolo y una medida para todos los partidos en las generales

Los líderes de los partidos emergentes programan algunos de sus actos centrales en la ciudad, que se convierte en un termómetro de la situación nacional

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Cádiz, la provincia en general y la capital en particular, va a tener mucha importancia en la carrera hacia la Moncloa. Los partidos emergentes saben que en la ciudad hay un importante caldo de cultivo en el que pescar votos que pueden terminar siendo muy valiosos. Los resultados de las respectivas agrupaciones locales en las últimas elecciones municipales, e incluso en las autonómicas y europeas, así lo demuestran.

Por otro lado, los partidos tradicionales saben que tienen que frenar de inmediato la sangría de votos que vienen sufriendo y que en esta cita en la que Cádiz incluso va a ganar un diputado más en detrimento de la provincia de Jaén, se tienen que dejar la piel.

PP y PSOE ya trabajan con sus comités de campaña a nivel local y provincial.

Prometen un trabajo intenso, ya lo están haciendo de hecho. Pero de momento no pueden dar por seguro que sus candidatos vayan a estar en Cádiz. Ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez han terminado de cerrar sus agendas de campaña y en sus partidos aún no saben si celebrarán algún mitin en la ciudad o en otras cercanas. Tampoco está confirmado que el candidato de Unidad Popular, en la que se inserta Izquierda Unida, Alberto Garzón, vaya a pasar durante la campaña por Cádiz.

Por contra, quienes sí han decidido volcarse con Cádiz son Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos). No solo van a venir, sino que van a hacerlo en momentos clave y para encabezar actos especialmente relevantes.

El primero en pasar por la ciudad, este mismo sábado, es Rivera. En la ciudad va a presentar la propuesta de su partido para una reforma constitucional y de la arquitectura democrática de España. Desde su partido se ha defendido la elección de Cádiz para realizar este acto, que atraerá la atención de todo el país, por lo que la ciudad representa como «cuna del constitucionalismo». De hecho, en unas declaraciones recientes, el político catalán llegó a afirmar que en un primer momento se planteó presentar el documento en Madrid, pero que él personalmente propuso hacerlo en la capital gaditana por su «sentido histórico» y, también, por los buenos resultados obtenidos por su partido en la ciudad en las elecciones municipales, donde en su debut en una cita electoral local la formación consiguió meter a dos representantes en la Corporación municipal.

También Pablo Iglesias, candidato a la Presidencia del Gobierno de Podemos, ha decidido darle un papel relevante a Cádiz en la próxima campaña. No en vano, la ciudad va a acoger el día 4 de diciembre el acto oficial de inicio de campaña, como símbolo de «soberanía, democracia y constitucionalismo». Hace poco, Iglesias se ha referido a Cádiz por su papel en la historia del constitucionalismo español, porque «en un momento históricamente tan importante para España Podemos quiere reivindicar lo mejor de la tradición liberal, una palabra que la España de Las Cortes de Cádiz aportó a la política como defensa de la soberanía y de la democracia». Y más allá de este simbolismo, es obvio que Iglesias elige Cádiz para darse un primer baño de masas en un territorio que sabe afín. No en vano su partido gobierno en la ciudad y fue aquí donde el líder de la formación morada inició hace unos meses la denominada 'Ruta del cambio' que ha ido pasando por las ciudades en las que se hicieron con las alcaldías candidaturas vinculadas a Podemos el pasado mes de mayo.

Cádiz por tanto se presenta como un punto clave de cara a la campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre. Los políticos saben que la ciudad está constantemente bajo el foco mediático desde que José María González tomara el bastón de mando. Además, Cádiz será un buen termómetro para medir la salud de cada partido.

Pero en estas elecciones PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y Unidad Popular se juegan mucho también a nivel local. Las repercusiones de los resultados electorales van a tener consecuencias directas en cada sede, en cada grupo municipal, en cada acuerdo o desacuerdo de gobierno.

Las futuras alianzas en el gobierno de la nación tendrán su reflejo en la política local

Hasta ahora, cada bloqueo a la gestión municipal, cada intento de imposición por parte del equipo de Gobierno, cada cruce dialéctico, se ha venido justificando de fondo con el «después de las elecciones cambiarán las cosas». Llega el momento, pues. Quien más se juega en este envite es Podemos. El premio o castigo a su gestión se va a reflejar en las urnas el 20 de diciembre. Si el resultado es bueno para ellos se verán reforzados. Quienes les acusan de gobernar sin legitimidad por no haber sido el partido más votado en las municipales tendrán menos argumentos. Pero si se da el caso contrario, con un escenario en que Podemos deja de estar entre las dos primeras fuerzas en número de votos, buena parte del fracaso se le achacará directamente a José María González y su labor al frente del Ayuntamiento.

Entonces ya sí que tanto PP como PSOE dejarán de tener piedad con ellos, si es que alguna vez la tuvieron, y tendrán vía libre para poner en marcha esas estrategias que tanto se niegan pero que desde el primer día están en la cabeza de todos. La prioridad para ellos en este momento es demostrar que Podemos es incapaz, y para ello no hay escaparate como el de Cádiz. Quizá ese posible mal resultado, que hasta ahora nadie se atreve a augurar y que sería sorpresivo, sería el telón de fondo perfecto para justificar un pacto entre los partidos de la oposición.

Sin dejar el equipo de Gobierno hay que analizar también las consecuencias que los resultados del 20 de diciembre tendrían para Ganemos. A priori las encuestas no parecen muy favorables para la candidatura de Unidad Popular encabezada por el líder nacional de Izquierda Unida y que acoge a los miembros de Ganar Cádiz en Común. En ese caso, viendo que sus siglas a nivel federal pierden fuerza, quizá sea el momento de plantearse la definitiva confluencia con Podemos y, al menos a nivel local, el pacto de gobierno podría ir más allá y terminar con una fusión de asambleas.

Ciudadanos es sin duda quien afronta la cita electoral con mayor optimismo. Los buenos resultados cosechados en Cádiz en autonómicas y municipales gracias al arrastre de su figura carismática, Albert Rivera, hacen pronosticar unos resultados aún mejores ahora que él es el candidato cuyo nombre encabezará las papeletas. Con su irrupción en el Congreso, y se espera que sea contundente e incluso decisiva en la formación del gobierno, Ciudadanos entrará de lleno en la política de estrategias, de coaliciones, de favores debidos y favores cobrados, y eso también tendrá su reflejo a nivel local. Aunque en el caso de Cádiz su papel no es decisivo en el Pleno.

Un juego de alianzas

El PSOE se juega mucho. No solo a nivel de representación parlamentaria, sino a nivel interno. Por más poder que vaya acumulando Fran González en el Ayuntamiento, sacando petróleo de su papel de llave en el Pleno, a pesar de contar con solo cinco concejales, la realidad es que un nuevo varapalo electoral en la capital le dejaría muy tocado como secretario local del partido.

Tras las autonómicas hubo un sector del partido muy crítico con la falta de implicación en la campaña en favor de Susana Díaz. La propia líder andaluza habría mostrado en más de una ocasión su disgusto por esta circunstancia. No obstante, en estos momentos González cuenta con una protección que llega directamente de Madrid y concretamente del círculo del candidato a la Presidencia, Pedro Sánchez. Si él naufraga será difícil que Fran González pueda parar la ola que le llegará desde Sevilla.

Por eso, esta vez sí, se ha conformado en la agrupación local socialista un comité de campaña que está trabajando activamente desde hace semanas. Eso sí, si se logran unos buenos resultados, en este caso el éxito se lo apuntará el PSOE provincial, puesto que la representación del capitalino en las listas al Congreso y al Senado es inexistente.

A partir de ahí, se supone que los socialistas gaditanos ganarán en independencia a la hora de elegir su política de alianzas en el Ayuntamiento. Hasta el momento, las altas esferas del partido habrían dado indicaciones de no apoyar a Podemos, con el fin de evitar que pueda lucirse en su gestión en la ciudad. A partir de enero la cosa puede cambiar. El grupo municipal socialista no se podrá mantener por mucho tiempo en tierra de nadie. La ciudadanía le reclama que se decante por uno de los dos lados del Pleno y los pactos en Madrid tendrán reflejo en Cádiz.

Por último, el Partido Popular se juega en estas elecciones mantener su posición hegemónica en la provincia, después de haber obtenido unas magníficos resultados en las generales de 2011, haciéndose con cinco escaños en el Parlamento, pero, además, a nivel local, los populares necesitan ganar las elecciones para justificar la estrategia que van a poner en marcha nada más empezar el año. El PP, aún a medio gas en el Ayuntamiento, con una Teófila Martínez en segundo plano, va a sacar la artillería pesada contra el equipo de Gobierno en cuanto pasen las elecciones.

De momento no quieren pasarse de agresivos, pero con el fin de un año frenético en lo que a actividad electoral se refiere, los diez ediles con que cuenta en el Ayuntamiento de Cádiz van a comenzar con su campaña de tres años y medio para recuperar el bastón de mando de la ciudad.

En esto influirá mucho el respaldo que tengan desde Madrid, inherente a que Mariano Rajoy siga al frente del Gobierno central. También que Teófila Martínez siga siendo el referente del PP en la provincia, para lo que debe -y todo apunta a que así será- encabezar de nuevo la candidatura gaditana al Congreso.

La garantía de que será diputada durante los próximos cuatro años suavizaría en parte el posible sacrificio que tendría que hacer dando un paso al lado para situar como cabeza visible de su partido a alguno de sus compañeros de bancada en el Ayuntamiento de cara a una posible moción de censura firmada con los socialistas, que a buen seguro pondrían esa condición para dar este paso.

Quien no tiene tan clara su continuidad en las Cortes, en este caso en el Senado, es José Blas Fernández. Habría que estar atentos a posibles movimientos del concejal más veterano del Ayuntamiento de Cádiz en caso de que se quedara fuera de las listas, sin descartar incluso una posible retirada anticipada de la vida municipal.

Todo está en estos momentos en el aire, pero todos saben de la importancia de las generales, para España y para Cádiz. De momento nadie maneja encuestas a nivel local, pero cuentan con que los resultados, porcentualmente, no variarán mucho respecto a los de las municipales, ya que la ciudadanía aún ha tenido poco tiempo para valorar la gestión de los diferentes partidos a nivel local, y por tanto para desencantarse o reafirmarse en su opción del mes de mayo. Lo que sí está claro es que todos van a echar el resto en la campaña, más que nunca, porque la fragmentación del tablero político también es el mayor desde el inicio de la democracia.

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