Cádiz declara la guerra a las despedidas de soltero

La provincia de Cádiz se ha convertido en los últimos años en el destino preferido por miles de jóvenes para celebrar sus despedidas de soltero. Algunas guías turísticas ya incluyen el enclave gaditano como referente en este tipo de eventos y en la red proliferan decenas de páginas web especializadas en la organización de fiestas en localidades turísticas como Conil, El Puerto de Santa María o Tarifa, entre otras. Por esta razón, es fácil encontrar cada fin de semana en las playas de la provincia numerosos grupos festejando un momento que en muchos casos acaba escapándose de las manos y ocasionando molestias a bañistas, vecinos e incluso a los propios hosteleros.

Ante esta situación, las autoridades y los propios empresarios de la hostelería han decidido poner freno a la proliferación de este tipo de turismo que, entre sus inconvenientes, ocasiona una mala imagen del local y de la ciudad.

«No es agradable la imagen de mujeres y hombres disfrazados con tetas o penes o con las muñecas hinchables. Al resto de la clientela no le agrada. Además, el principal problema es que suelen molestar y eso ocasiona trifulcas con otros clientes», asegura uno de los camareros de un conocido bar de El Puerto de Santa María, donde las prohibiciones hasta el momento se limitan a los propios empresarios, ya que el Ayuntamiento asegura que no se han puesto en marcha medidas en contra de estas prácticas. «Nos defendemos dificultando el acceso a nuestros locales. Cobrando entrada o poniendo condiciones. Eso sí, depende del grupo, la edad, el perfil o el estado en el que se encuentren. Todas las despedidas no son iguales», comenta este trabajador.

Más allá han tenido que llegar otros ayuntamientos como los de Tarifa o Conil, donde estas prácticas están comenzando a ocasionar importantes daños a la imagen turística de su ciudad. En el caso del municipio tarifeño, los responsables municipales han anunciado que tomarán «medidas contundentes» contra las despedidas de soltero «incívicas», algunas de las cuales han llegado a generar daños en el mobiliario urbano, bienes particulares depositados en la vía pública o molestias generales en el vecindario local. De hecho, tan solo en el mes de julio, las autoridades han interpuesto 34 denuncias contra este tipo de eventos.

De hecho, desde el pasado fin de semana la Policía Local viene actuando en este sentido con varias intervenciones y denuncias en virtud de la ordenanza de Convivencia Ciudadana o regulaciones supramunicipales como la Ley Orgánica 4/2016 sobre Protección Ciudadana, ya que no hay otras herramientos legales para combatir estas prácticas. Así lo señala el alcalde, Francisco Ruiz, que ha puntualizado que estas medidas no tienen como objetivo todas las celebraciones de grupos sino aquellas que van encaminadas a evitar las actitudes y conductas incívicas de algunos que vociferan en plena vía pública, alteran el descanso o generan daños que perjudican a todos.

Ayuda del sector empresarial

Además, el regidor socialista ha pedido colaboración al empresariado tarifeño para acabar con este tipo de actitudes. «Como parte fundamental de esta ecuación pedimos la colaboración del sector empresarial», que ha añadido que la intención es «informales de cada actuación desarrollada en este sentido y recabar su implicación».

Por su parte, el segundo teniente de alcalde y concejal de Turismo, Sebastián Galindo, aseguró al respecto que «no se trata de infravalorar ningún cliente turístico, sino de evitar conductas incívicas». En este sentido, ha añadido que «se trata de un problema generalizado en muchos municipios, y no se pueden tolerar las conductas incívicas cometidas al amparo de un grupo de celebración».

A juicio de Galindo, «esto va en detrimento no sólo de la imagen turística, sino principalmente en contra del derecho al descanso y la normalidad que nos asiste a todos».

Precisamente, estas medidas ya fueron adoptadas por el municipio conileño el pasado verano, convirtiéndose en el primer Ayuntamiento en intervenir contra las despedidas de soltero. De hecho, es uno de los municipios con más intervenciones contra estas fiestas y contra aquellos locales y empresas que no cuentan con los permisos pertinentes. Desde el pasado 1 de junio, los agentes municipales han intensificado la vigilancia en los pisos alquilados donde ha habido requerimientos por parte de los vecinos con motivo de molestias por ruidos producidos por los inquilinos. En este sentido han sido 289 las intervenciones realizadas con motivos de molestias a vecinos por ruidos, de las que muchas se han realizado en pisos de alquiler. La actuación policial a requerimiento de los vecinos conlleva la identificación del propietario e inquilinos, denuncia a estos si se comprueba que están produciendo escándalos, requerimiento de contrato de arrendamiento, alta del propietario en el registro de viviendas de uso turístico de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y comunicación por parte del ayuntamiento de los hechos a la propia Junta de Andalucía y también a Hacienda.