HISTORIA

Juan Relinque: cuando la justicia fue la suerte de las Hazas en Vejer

La iniciativa de las Hazas de la Suerte ha repartido 908.000 euros entre 232 vecinos

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El 22 de diciembre de cada año bisiesto Vejer se despierta con nervios: se celebra el tradicional sorteo de las Hazas de la Suerte, una iniciativa que reparte 908.000 euros entre 232 vecinos y que encuentra en su recorrido histórico a una figura indispensable, la de Juan Relinque.

La historia de este vejeriego es reconocida por los defensores del pueblo de España, que encuentran en su ejemplo el "antecesor simbólico" de las figuras que actualmente desempeñan, tal y como ha explicado en la jornada homenaje a Relinque el presidente del Parlamento de Andalucía, Juan Pablo Durán.

El origen de las Hazas de la Suerte se remonta a mediados del siglo XIII, cuando el Rey Fernando III, que acababa de conquistar Sevilla tras un largo asedio, se preparó para la toma de Vejer de la Frontera ofreciendo a los vejeriegos que rindieran la ciudad pacíficamente a cambio de poder conservar su religión y tradiciones.

En junio de 1264 los mudéjares se alzan en una revuelta general y los musulmanes toman el castillo de Vejer aunque poco después, en agosto de ese año, Alfonso X vuele a tomar la ciudad -esta vez por las armas-, y decide expulsar a todos sus habitantes musulmanes.

En la villa y los campos de Vejer, debido a esta circunstancia, apenas queda población. Para contrarrestar distintos ataques, y como medio para mejorar la defensa de los municipios, los reyes cristianos decidieron repoblar las ciudades y campos, y para ello concedieron tierras, privilegios y exenciones fiscales como atractivo.

Así, Sancho IV cedió tierras a los distintos habitantes de la zona. Ya entre 1450 y 1500, servidores de la Casa Ducal de Medina Sidonia comenzaron a invadir derechos vecinales, entre ellos, el arriendo de esas tierras.

Es entonces cuando se erige la figura de Juan Relinque, un vecino que lidera un movimiento vecinal para protestar por las tropelías de la Casa Ducal de Medina Sidonia, y que se presenta junto a distintos vejeriegos ante la Real Cancillería de Granada para denunciar en 1535 los abusos del Duque de Medina Sidonia.

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El objetivo de Relinque, recuperar las tierras para el pueblo, era complicado. Desarrollar un movimiento reivindicativo sin represalias en aquella época, una utopía.

De hecho, el Día del Corpus de 1536 Relinque y otros vecinos se manifestaron delante de la Casa Consistorial, lo que provocó su detención y arresto en la cárcel hasta que meses después fueron liberados para que continuaran con su pleito.

A pesar de sufrir cárcel y de que muchos de sus vecinos, presionados como él por el Duque de Medina Sidonia, le retiraran el apoyo, Juan Relinque obtuvo un Seguro Real y se ordenó el pago de costas para que pudiera viajar a Granada para proseguir el pleito.

Este vejeriego y un grupo de vecinos presentaron en 1539 una reclamación ante la Real Cancillería de Granada que, el 8 de febrero de 1566, más de 11 años después de que falleciera Relinque, dio la razón a los vecinos.

Entonces se estableció que las tierras comunales serían repartidas entre los vecinos por tres años, que pasaron a ser cuatro desde 1580. En el primer sorteo entraron todos, en el siguiente se excluyeron a los agraciados en el sorteo anterior y así sucesivamente. Las tierras de suerte arrendadas eran comunales y no podían ser traspasadas ni vendidas.

Hoy, pasados más de siete siglos de la cesión de las tierras, el común de vecinos de Vejer conserva vivo este importante legado histórico de las Hazas de la Suerte.

En virtud de esa tradición, el pueblo celebra los 22 de diciembre de cada año bisiesto un peculiar sorteo en el que 2.065 familias concurren para obtener las rentas de una de las 232 hazas (terrenos) que están en juego.

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