Teófila Martínez: «Se ha demostrado que votar al PSOE era votar a Podemos»

Teófila Martínez dijo que iba a respetar los cien días de cortesía que habitualmente se da a los nuevos gobiernos para arrancar y lo ha hecho. Hasta el momento se había mantenido en un plano discreto, dejando la crítica feroz a otros concejales de su grupo, especialmente al portavoz, Ignacio Romaní.

Pero había prometido que a los cien días hablaría y lo ha hecho. La exalcaldesa, la concejala Martínez, como insisten en repetir los ediles del equipo de Gobierno, no se ha guardado nada y ha hecho un retrato demoledor de la actuación de José María González en sus tres primeros meses al frente del Ayuntamiento.

La primera conclusión que destaca Teófila Martínez es que «el gobierno de la ciudad no sabe qué hacer.

No tiene soluciones para los problemas actuales y eso se ha hecho muy evidente». Desde el punto de vista de la concejala y diputada nacional, el actual gobierno de Cádiz es «un gobierno de la izquierda radical, que ha empezado a enseñar sus modos. El tiempo va a darnos la razón y vamos a ver como impera el sectarismo, el falso diálogo y la imposición».

Continúa la exalcaldesa alertando de que «dentro de cuatro años el motor de esta ciudad habrá quedado en punto muerto». El motivo, dice, es que«“todas las cuestiones que se plantean están relacionadas con las excusas. Para cada cosa que no se hace hay un pretexto. El sí se puede, para nosotros, era una mentira. Ellos sabían que no podían y han engañado a la gente».

A su juicio, «es evidente que persiguen la máxima de que el que no hace nada no se equivoca. Pero en esta ciudad hay que correr el riesgo de equivocarse».

Un alcalde a tiempo completo

Respecto al papel de José María González, Teófila Martínez dice que «esta ciudad necesita un alcalde que trabaje todas las horas del día y al lado de todos los ciudadanos, no solo de los que piensan como él. Esto es algo voluntario, no puede actuar como si fuera un trabajador por cuenta ajena».

Considera, por otra parte, que «tiene que actuar como un alcalde moderado. Cádiz se merece un respeto y no puede ir vendiendo una imagen destructiva de la ciudad, porque es mentira».

Todo esto estaría provocado, según Martínez, porque Podemos «ha convertido la ciudad en un tubo de ensayo en el que el equipo de Gobierno sabe ni los ingredientes que tiene que poner ni las cantidades ni el momento y eso es muy peligroso, porque puede salir un producto que no sea el adecuado. Estamos muy preocupados, porque esto viene de demostrar que no tienen objetivos».

Para Martínez, «en estos tres meses ha habido algo muy llamativo: se ha descubierto la gran mentira, porque las personas siguen con los mismos problemas, queriendo hablar con el alcalde que no les recibe y, según cuentan, incluso está habiendo despidos en las contratas porque hay que meter a otras personas. Es muy grave que además de no hacer nada hayan mentido groseramente. Si no que le pregunten a los de la Corrala».

Dice la exalcaldesa que «lo más representativo de que no saben que quieren hacer es la excusa de la deuda, que además de infantil es peligrosa». En ese sentido, se refiere a que el PP se encontró cuando llegó al Ayuntamiento de Cádiz en 1995 una deuda de 100 millones y que desde entonces se han invertido en la ciudad 580 millones de euros. A esto le incluye que de los 200 millones que actualmente se deben a los bancos, la mitad tiene el pago asegurado, y que al Consistorio se le deben también 100 millones.

Martínez asegura que «conociendo esta ciudad como la conocemos sabemos que gran parte de los que se anunció en campaña y en el discurso de investidura no se va a hacer. Partimos de datos falsos. En política social no se ha invertido ni un euro más de lo que invertíamos nosotros y solo se ha atendido a una familia más».

La concejala popular considera que cuando el alcalde afirma que «hay que dar la vuelta a la ciudad como un calcetín» teme que lo que pretenda es un retroceso en los logros obtenidos en los últimos 20 años.

Teófila Martínez no duda en acusar a la coalición de gobierno de haber usado «la táctica de la extrema izquierda antes y después de llegar a las instituciones. Lo primero fue la movilización y la crispación y ahora el resentimiento. Lo que tratan es de poner a los de abajo contra los de arriba y eso es muy antiguo». Considera que «solo existe una política de marketing. Les sobran los gestos y les faltan política. No están aportando nada nuevo a la ciudad. Sus posicionamientos son pura teoría acompañada de imágenes demagógicas».

Posible moción de censura

Y en este escenario que describe asegura que el Partido Popular ha asumido desde el primer momento el papel que le taco jugar en este momento, que es de encabezar la oposición. A ese respecto se refiere a la posibilidad de una moción de censura, diciendo que «la pelota está en el tejado de los socialistas, que con menos concejales que nunca están jugando una partida muy peligrosa, que es apoyar a los radicales. Ahora pueden estar muy contentos, porque se creen que tienen la llave de todos los movimientos de la geopolítica local, pero cuatro años pasan muy rápido en la vida de un político».

Por eso dice: «sabemos que el PSOE no va a ir a una moción de censura, porque su único interés no era trabajar por la ciudad (lo podrían haber hecho en todos estos años desde la Junta de Andalucía), sino que su objetivo era que el PP desaparezca del Ayuntamiento, y han encontrado la oportunidad. En esta ciudad se ha demostrado que votar al PSOE es votar a Podemos».

Por último, respecto a la incidencia que el horizonte de las elecciones generales del mes de diciembre está teniendo en la política municipal, la edil popular asegura que «eso es malo para las ciudades. El tiempo que se pierde no se recupera fácilmente. Nosotros no estamos en eso. Los que están son los que quieren hacer gobierno y queda claro que votar a PSOE o a Ciudadanos es votar a Podemos, lo vamos a ver en las generales, ya lo estamos viendo en el Pleno».