Cádiz clama justicia para los sirios

Muchas personas, pero una sola voz, alta, clara, contundente se ha escuchado este miércoles en la plaza de San Juan de Dios. Era la voz de los gaditanos que claman por el respeto de los Derechos Humanos y la solidaridad entre los pueblos. Al inicio de la concentración se llevó a cabo un acto simbólico en el que varias personas se tumbaron en el suelo como homenaje a las decenas de fallecidos que intentaban llegar a Europa en su huida a los lugares de conflicto. Además varios de los asistentes escribieron mensajes de apoyo que se colgaron en las alambradas colocadas por los convocantes de la concentración.

La Asociación Pro derechos Humanos de Andalucía fue la convocante de esta concentración que se celebró en la plaza de San Juan de Dios.

Uno de los objetivos, según explicaban, era «reclamara la Unión Europea y a todos los países desarrollados un plan de acción inmediata de acogida humanitaria a todas esas personas, garantizando rutas seguras de tránsito y respeto a sus derechos fundamentales».

Los numerosos asistentes al acto escucharon un manifiesto en el que se ponía el acento en la situación de Siria, un país que «lleva cuatro años de guerra civil. En este tiempo han muerto más de 400.000 personas, muchas ciudades han sido arrasadas. Diez millones de sirios han tenido que abandonar su casa y huir. Desplazados dentro de su país o refugiados fuera, ante la certeza de haberlo perdido todo, ante la amenaza de la muerte». La realidad, por conocida, no resulta menos sangrante, especialmente después de las últimas imágenes de miles de personas tratando de entrar en Hungría para emprender una nueva vida en un continente, Europa, que «les ha dado la espalda».

Pero, como recordaron, no se trata solo de Siria, «s Afganistán, es Somalia, es Eritrea, es Iraq, es el Congo, es Sudán del Sur. Son millones de personas en peligro por conflictos bélicos que no encuentran el apoyo y la solidaridad de esta Europa de los mercaderes».

Con la concentración de ayer, dijeron los convocantes, se trataba de recordar «a todas las personas que han muerto tratando de entrar en Europa. Queremos mostrar nuestra solidaridad con el pueblo sirio, con los sirios que buscan refugio en Europa y con el resto de personas que buscan en Europa un futuro mejor. Y, por supuesto, queremos recordarles a nuestros gobernantes que no olvidamos a los miles que han muerto en el Mediterráneo, que les exigimos una política distinta que acabe con esta Europa fortaleza, que no queremos más vallas ni más concertinas, porque las fronteras cerradas matan».