tribuna

La verdad de los Astilleros

antonio sanz
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Son muchas las líneas que se han escrito sobre la situación de los astilleros gaditanos, pero pocas en las que se ponga en valor su capacidad y su actividad, porque al final lo que trasciende a la opinión pública es la queja, la reclamación o el enfrentamiento político. Cierto es que, durante muchos años, la ocupación de nuestras factorías ha dejado mucho que desear, pero hoy la realidad es bien distinta. Y ello, pese a que algunos quieran negarlo u opten por ningunear, infravalorar u obviar los datos.

Hoy podemos hablar de un futuro esperanzador para la industria naval gaditana, resultado de un ingente trabajo y una gestión eficaz durante los últimos cuatro años, porque no hay que olvidar que Navantia, aunque pública, se mueve como cualquier otra empresa en el mercado de la oferta y la demanda.

Porque los contratos no caen del cielo, ni tocan en un sorteo, sino que se consiguen a partir de una buena acción comercial que haga que nuestros astilleros estén presente en todo el mundo.

Siempre hemos defendido a nuestros astilleros y, desde la llegada del PP al Gobierno de la nación, asumimos tres compromisos: la continuidad de las tres factorías y el mantenimiento de los puestos de trabajo, el fortalecimiento de la actividad comercial y nueva carga de trabajo. Y hemos cumplido, aunque evidentemente no nos conformamos y seguimos trabajando.

Los datos nos avalan. La acción comercial de Navantia ha dado un giro de 180 grados en los últimos cuatro años. Sólo en 2014, la compañía presentó 120 ofertas para construcción en 37 países y 280 para reparaciones, y en lo que va de 2015, se han presentado 57 ofertas para construcción en 25 países, de las que 37 fueron al mercado militar y 20 al mercado civil/eólico.

Dicha labor comercial ya ha dado los primeros resultados con la construcción de la subestación eléctrica OSS Wikhinger para Iberdrola, en ejecución en la factoría de Puerto Real; una intensa actividad en reparaciones en la planta de Cádiz con 64 buques en 2014 y 33 en lo que va de año; y la construcción del BAM en San Fernando, también en desarrollo, entre otras actuaciones.

Ello ha conllevado que, en lo que va de 2015, la ocupación media de las factorías gaditanas haya superado en 15 puntos la registrada en todo el año anterior. Si en 2014 los astilleros gaditanos registraron una actividad media del 60%, sólo en el primer semestre de 2015, esa cifra se ha incrementado hasta el 75%, con una clara repercusión en el empleo. En este sentido, a los 1.759 trabajadores que componen la plantilla de Navantia en la Bahía, hay que sumar la evolución del empleo en la industria auxiliar con unos 500 contratos más de media al mes, pasando de una media de 864 trabajadores mensuales en 2014 a 1.353 en 2015.

No hay que olvidar que otras actuaciones tendrán su mayor influencia a partir del próximo año, con lo que las previsiones para 2016 son mejores. Entre ellas, hay que destacar el contrato firmado recientemente para la construcción de cuatro petroleros tipo Suezmax para Ondimar-Ibaizabal, ampliable a dos más, así como las buenas perspectivas para la construcción de un gasero para Gas Natural.

Con todo, hablamos de una actividad en construcción de 7 millones de horas de trabajo que ya se están dejando notar, pero que tendrá su mayor incidencia a partir de 2016, traduciéndose en entre cinco y seis años de actividad para los astilleros gaditanos, resultado de la actividad que se ha generado y los contratos que han evolucionado.

Ésta es una realidad complemente distinta a la que había en 2011, donde la actividad de las plantas gaditana agonizaba y las perspectivas eran poco halagüeñas, pues no se había firmado ningún contrato nuevo desde 2006 y la acción comercial era prácticamente inexistente.

En apenas cuatro años, la gestión del PP ha dado la vuelta a ese panorama, abriendo un futuro esperanzador para los astilleros de la Bahía con un horizonte a largo plazo que garantiza viabilidad, estabilidad y empleo para el sector naval gaditano y su industria auxiliar.

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