Kichi pone en duda la legitimidad del Rey Juan Carlos I

Este sábado, a José María González le tocaba quitarse el traje. El que se ha comprado en su «esfuerzo» por ser el alcalde de todos los gaditanos. Ayer, no tenía que hacer sacrificios. El trabajo de Kichi era el de recibir a sus compañeros y simpatizantes de toda Andalucía, convocados para el Encuentro Municipios por el Cambio. Una jornada de convivencia e intercambio de experiencias con un claro objetivo final: las elecciones generales. El regidor gaditano, máximo exponente en la comunidad de esa transformación que proclama Podemos, ejercía de anfitrión de nuevo, como ya hiciera con Pablo Iglesias hace unas semanas. Y aunque llegaba al Cornelio Balbo –se habló de celebrar el encuentro en el ayuntamiento– para hablar a sus colegas andaluces de política local, de primeras se metió en el charco que salpica estos días a toda España, la polémica por la retirada del busto del Rey Juan Carlos I del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona.

Era la pregunta. Lo que los medios querían saber. La opinión de González sobre el gesto de Ada Colau. La misma pregunta que había respondido un día antes a través de una nota de prensa. Pero ayer, despojado de la chaqueta, arropado por su asamblea, de viva voz, elevó el tono de la contestación para poner en duda la legitimidad de Juan Carlos I.

Despreocupado por los símbolos y atento a ser el alcalde de todos, Kichi, queriéndolo o no, mostró su postura sobre la Corona. Primero, al igual que hiciera el viernes, respondió que el Ayuntamiento de Cádiz tiene otras muchas prioridades antes de hablar de los gustos de Ada Colau para su despacho. «Para nosotros la prioridad es requilibrar la deuda del Consistorio y no dónde se ubique el cuadro de Felipe VI», manifestó.

Pero después, y tras la puntualización de los periodistas de que no se trata del despacho de la alcaldesa de la ciudad condal, sino del salón plenario, Kichi zanjó: «No voy a dar más crédito ni más líneas a un cuadro de un rey que ya no es rey y que podríamos discutir de si hubiera merecido ser rey en algún momento». Se enfangó, pero le rescató el aplauso unánime del patio del instituto gaditano. Unas 300 personas, alcaldes, concejales y miembros de las candidaturas populares de toda Andalucía que habían llegado al «nuevo Cádiz», según les dio la bienvenida el líder de Por Cádiz sí se puede.

José María González dijo estar empeñado en «arreglar los desaguisados del PP», y aunque comprende que el simbolismo político de retirar el busto del monarca «le preocupe a alguien», no es así para su equipo de gobierno. Eso sí, dejó entrever su coincidencia con Colau al manifestar que «esa sobredotación de la institución monárquica» a él también le parece «innecesaria».

Acostumbrado, recalcó, a ser el centro de las críticas –puso como ejemplos la retirada de la bandera de la plaza Sevilla y la visita «fantasma» del cónsul alemán–, Kichi manifestó su deseo de que no se le preste «excesiva atención» a este tipos de temas para no «distraer» sobre lo que de verdad preocupa a la gente. «No tenemos tiempo, la gente está esperando a que lleguemos para solucionar problemas», destacó. El paro es el principal, como había dicho Soraya Saénz de Santamaría un día antes. El alcalde ironizó: «precisamente ellos (PP) son unos buenos maestros». Solo uno de los talleres que se desarrollaron por la tarde en el marco de este encuentro, al que también asistieron el secretario del SAT, Diego Cañamero, y y los diputados en el Parlamento andaluz Teresa Rodríguez, Jesús Romero, Jesús Rodríguez o María del Carmen García, entre otros, versaba sobre empleo. Los demás trataron sobre la vivienda, suministros básicos y alimentación, transparencia en la gestión municipal, feminismo y municipalismo y presupuestos participativos.

Esas son las líneas que quiere potenciar Podemos de cara a su asalto a la Moncloa. Porque el encuentro de ayer no fue, según sus ideólogos, sino una herramienta para seguir generando movilización social, «imprescindible para ganar las próximas elecciones generales».

Según manifestó González, la iniciativa surgió de la «necesidad entendida y compartida de los concejales de gobierno u oposición por sumar esfuerzos para hacer más real y cercana la posibilidad del cambio» y así «poner en valor las candidaturas de unidad popular» y «catalizar toda la ilusión».

«No compartimos, no estamos de acuerdo y por eso estamos aquí entre otras cosas, que la batalla de las elecciones generales se tenga que ganar únicamente en la televisión y los medios. Es necesario crear y articular territorios, crear y articular pueblos. Una victoria es incompleta si no va acompañada de una victoria en lo social y en lo político», aseguró.