El primer fracaso de Por Cádiz sí se puede amenaza con paralizar el Ayuntamiento

El Pleno de organización que se va a celebrar el jueves no es más que el anticipo de lo que puede ser el Ayuntamiento de Cádiz en los próximos cuatro años.

El equipo de Gobierno de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común se va a topar de frente con la cruda realidad, y es que gobernar en minoría te expone a depender de terceros para sacar adelante cualquier tipo de propuesta. Y si, como ya es seguro, no han sido capaces ni siquiera de convencer a los partidos de la oposición de los asuntos más básicos –no por ello menos importantes–, relativos al funcionamiento diario de esa gran casa que es el Consistorio gaditano, complicado lo tendrán para sacar adelante cualquier proyecto de calado para la ciudad.

Estaba cantado, pero ya es oficial: la oposición, al menos los dos grupos mayoritarios, van a comenzar la legislatura haciendo bloque común y van a tumbar las propuestas que presentará en el Pleno el equipo de Gobierno.

No solo no ha convencido el contenido, sino que lo que más ha molestado a populares y socialistas es la forma en que han tenido acceso a las propuestas presentadas para la organización municipal. Cuentan los portavoces de ambos grupos que han conocido al contenido de las mismas una vez que las mismas ya han sido presentadas en la Secretaría General.

Esto implica que no tienen margen para la negociación, que no pueden hacer aportaciones o tratar de llegar a puntos de entendimiento en cuestiones tan sensibles como las asignaciones económicas que corresponden a los distintos grupos o a los concejales en concepto de dieta por asistencia a Pleno, la delegación de competencias del Pleno en la Junta de Gobierno, la composición de las distintas comisiones o algo tan simple como el día y la hora de celebración de los Plenos ordinarios.

Consideran que todo eso se ha tratado de imponer por parte del equipo de Gobierno. Y eso que, según el portavoz del PP, Ignacio Romaní, «se sorprenderían de las cosas en las que podríamos estar de acuerdo».

El caso es que PP y PSOE pidieron ayer al alcalde, en su primera toma de contacto desde que tomara posesión del cargo el pasado 13 de junio, que retire todos los puntos del Pleno referentes a la organización del Ayuntamiento, concretamente ocho de los nueve que figuran en el orden del día. El PSOE incluso lo ha registrado ya por escrito en la Secretaría General.

Mientras que Juan Manuel Pérez Dorao (Ciudadanos) se mostraba más cauto a la hora de valorar la propuesta del equipo de Gobierno, a la que apenas había tenido acceso unas horas antes, tanto Fran González (PSOE) como Ignacio Romaní (PP) se mostraron tajantes tanto antes de entrar al despacho del alcalde como después de la reunión. No quisieron entrar a valorar aspectos económicos. El portavoz socialista incluso se mostraba ayer de acuerdo en rebajar las asignaciones a los concejales. Lo que si tenían claro es que «es un gobierno en minoría que tiene que llegar a acuerdos, y eso se consigue con diálogo, que por ahora no existe».

Fran González le trasladó al propio alcalde que «no son las formas de encarar un proceso interno de organización. Lo que hay que hacer es propiciar un debate con todos los grupos y que el resultado del mismo sea lo que se traiga a Pleno. Le hemos planteado que las cosas hay que hacerlas bien y ejercer un liderazgo».

Por su parte, Ignacio Romaní también reclamaba ese diálogo, entre otras cosas porque «podríamos haberles asesorado sobre todos esos puntos». «Tal vez», añadía, «es que nos siguen viendo como en campaña, como casta, como gente intratable». Ante esto, aseguraba que le ha pedido al alcalde «que no tenga prejuicios».

Defectos de forma

Romaní insistía en los defectos de forma con los que se convoca este Pleno. «En la convocatoria no viene algo tan fundamental como las delegaciones del Pleno en la Junta de Gobierno, que es más importante que hablar de las dietas. Por mí como si no cobra nadie».

Otra queja de Romaní –compartida por el PSOE– es que tampoco se lleva al Pleno la composición de los consejos de administración de las empresas municipales y organismos autónomos. Temen por un lado que esto implique la paralización de estas entidades esenciales para el funcionamiento de la ciudad (Eléctrica de Cádiz, Aguas de Cádiz, Onda Cádiz, etc.); pero además sospechan que intentarán introducir en los consejos el mismo criterio de proporcionalidad que re recoge en el desarrollo de las propuestas que se presentarán al Pleno de mañana sobre la constitución de las comisiones informativas, tanto permanentes como especiales.

Estas indican que al PP le corresponden 2 representantes en virtud de sus 10 concejales; la misma cantidad que a Por Cádiz sí se puede, aunque solo tiene 8; además, le asignan 2 puestos al PSOE (5 ediles); 1 a Ganar Cádiz (2 ediles); y 1 a Ciudadanos (2 ediles). Evidentemente la regla matemática que se ha usado para este reparto de representantes ha sido arbitraria, aunque José María González insiste en que la única intención es que en todas las comisiones haya representación de todos los partidos políticos.

Por tanto, Romaní reclamaba ayer que se respete la proporcionalidad por número de concejales. «Exigimos como grupo mayoritario tener esa proporcionalidad, que no puede cambiarse con subterfugios para tener mayoría donde no les corresponde».

El portavoz del PP hacía un duro resumen de la actitud mostrada por el alcalde, diciendo que «demuestra una vez que no es capaz de oír más allá de su propio ego». Romaní llegó a calificar de «dictatorial» la actitud de González, entendiendo que «sin auspiciar el diálogo y el debate, augura muchos desencuentros entre la oposición y el gobierno de la ciudad; por lo que una vez más le pedimos que reflexione y cambien de actitud por el bien de todos los ciudadanos».

Otra visión

Ante esta situación, el alcalde de Cádiz, José María González, asumía después de la reunión con los tres portavoces de la oposición que el Pleno de mañana no dará de sí más que la aprobación de los decretos de Alcaldía sobre la delegación de competencias en los distintos concejales. A partir de ahí ni siquiera se debatirán los puntos sobre la organización municipal porque la oposición votará a favor de la retirada de los mismos.

González se mostraba tras los encuentros sorprendido por la actitud tanto de PP como de PSOE, tras decidir «no debatir sobre el fondo de nuestras propuestas, que entendemos que es lo que se hace en el Pleno. No pretendíamos hacer una ronda de negociaciones en un despacho. Todas nuestras propuestas son perfectamente modificables». Hay por tanto una diferencia clara en cuanto al criterio sobre el escenario en el que se deben cerrar este tipo de acuerdos de funcionamiento interno.

Frente a las críticas a las formas del alcalde, desde el equipo de Gobierno se reducía ayer el desacuerdo a cuestiones meramente económicas, a pesar de que todos los partidos reconocían ayer estar de acuerdo con los recortes tanto en las dietas por asistencia a Pleno como en las asignaciones a los grupos municipales.

Así, y obviando la queja por la falta de diálogo, José María González explicaba que «en la propuesta presentada a los grupos para su discusión se reducen las dietas por asistencia a plenos, las retribuciones de los concejales a tiempo completo, el personal eventual y, en menor medida, las asignaciones a los grupos».

Según el documento que se presentará al Pleno, la reducción más importante es la de las dietas por asistencia a pleno y las primas por portavocía. Desde el equipo de Gobierno se considera que la asistencia a Pleno «es un deber de los concejales y no debería suponer un privilegio económico».

Hasta el momento, cada concejal sin dedicación exclusiva recibía 902 euros por cada Pleno; a lo que se sumaban 761,45 euros más en el caso de los portavoces. Es decir, algunos concejales ganaban 1.500 euros al mes por la asistencia a un día de Pleno. José María González declaraba que «en un momento en el que el 20% de los gaditanos y gaditanas sobreviven con 338 euros al mes, la ciudadanía no entendería este derroche».

La propuesta del equipo de Gobierno es reducir en un 80% esas cantidades, por lo que cada concejal de la oposición cobraría 281,80 euros en dietas por un día de Pleno, más 150 euros en el caso de los portavoces. Con esta propuesta se ahorrarían 22.012,20 euros, «cantidad equivalente, por ejemplo, a la invertida en el Plan de Continuidad Alimentaria para los niños y niñas de los comedores en verano durante un mes».

Además, en la propuesta de Por Cádiz sí se puede se recoge una reducción del 24% en los salarios de los concejales con dedicación plena. Ello supone un ahorro de 430.530 euros al año. En este caso hay que recordar que todos los concejales del equipo de Gobierno estarán liberados y que cobrarán 1.945,50 euros al mes, con excepción del alcalde, que cobrará de la Diputación Provincial 1.880 euros.

Para la oposición este tipo de mensajes, que González reafirmaba por la tarde a través de las redes sociales, son una muestra de «demagogia». Por contra, el alcalde afirmaba que «lo mínimo que se le debe pedir a un representante es que su vida se parezca a la de sus representados. No es de recibo que la política se convierta en una vía para el enriquecimiento personal».

Con todo esto, José María González calificaba de «actitud irresponsable» la postura de la oposición, «porque impedimos que el Ayuntamiento de Cádiz empiece a funcionar. No se puede venir a la ronda de negociaciones a lanzar un órdago, diciendo que se retiran los puntos o se rompe la baraja».

A pesar de eso, asume que tras el Pleno de mañana tendrá que iniciar nuevas negociaciones para llegar acuerdos previos a una nueva convocatoria, aunque en este caso, deberán producirse antes de registrar el contenido del siguiente Pleno en la Secretaría General.