Varias funcionarias del juzgado de lo Mercantil con ventiladores y abanicos
Varias funcionarias del juzgado de lo Mercantil con ventiladores y abanicos - e. m.
OLA DE CALOR

El juzgado de lo Mercantil soporta la ola de calor sin aire acondicionado

La sala más saturada de asuntos de la provincia lleva desde el jueves con la avería en unas instalaciones sin ventilación

elena martos
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Mucho se deben de acordar durante estos días los funcionarios del Juzgado de lo Mercantil de Cádiz de las grandes ventanas de la Audiencia Provincial y de sus muros gruesos. Desde el pasado jueves vienen soportando estoicamente la ola de calor sin aire acondicionado en las nuevas dependencias del fondo sur del estadio Carranza. Al parecer, una avería impide que funcione el aparato con normalidad y genera una situación poco saludable para el trabajo, como ha podido constatar LA VOZ.

Esta nueva ubicación a la que se trasladó el juzgado el pasado mes de septiembre no tienen ninguna ventilación. Las ventanas están precintadas como latas y solo dispone de ellas un lateral de la planta. El resto se divide en estrechos pasillos y habitaciones interiores donde no hay ningún tipo de luz natural y donde trabajan a diario 18 personas, que pueden llegar hasta la treintena por la actividad habitual del juzgado.

Los funcionarios tiran con abanicos, viejos ventiladores y un aparato portátil de aire acondicionado que tampoco puede tomar el aire de la calle, con lo que ni siquiera resulta una solución temporal. Pero la actividad no puede parar en la sala más saturada de asuntos de la provincia y los juicios siguen celebrándose a diario.

Trabajadores de la sala a los que ha consultado este medio aseguran que «durante estos días se han agotado las botellas de agua en las máquinas de 'vending'» y los jueces han tenido que ofrecer recesos para que los asistentes pudieran refrescarse. Un ejemplo fue el juicio celebrado ayer por el vertido de un barco en la Bahía de Algeciras. Según explican, se llegó a concentrar más de una veintena de personas entre el personal judicial, los peritos, la representación de las partes y los asistentes a la vista. «La jueza llegó a permitir que entraran sin toga e incluso que dejaran a un lado las chaquetas para facilitar el trabajo», comentan. Una vez finalizada, la imagen que quedó fue un reguero de botellas vacías que era la mejor muestra de la situación que soportan.

Hoy la cosa parecía ir mejor y tal vez el calor ha contribuido también a llegar a un acuerdo en el juicio por cláusulas suelo que estaba previsto. A eso de las doce el ambiente estaba más despejado, pero el calor resulta insoportable para cumplir con la jornada laboral. Sobre el tiempo que tendrán que soportar este panorama, nadie lo sabe con exactitud. Comentan que han pasado por allí técnicos de la Junta de Andalucía, que tiene las competencias sobre las instalaciones e incluso el arquitecto de la administración. También de la Zona Franca, que es el arrendatario sin que ninguno haya dado una explicación sobre el motivo de la avería, que afecta solo a la primera planta.

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