el apunte

Un entendimiento imprescindible

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Es posible porque sucedió una vez. Es deseable porque permitiría atender una de las necesidades básicas de la población. Es imprescindible porque Cádiz, con unas peculiaridades geográficas que la convierten en una ciudad única en España, no puede construir pisos siquiera en tiempos de bonanza económica. Todas las administraciones públicas deben sumar sus recursos y sus esfuerzos para tratar de mejorar la oferta de viviendas azotada como pocas, aún, por la vergüenza colectiva de la infravivienda. Desde medidados de los años 90 hasta casi el fin de la primera década de este siglo, esa colaboración fue posible. Casi competición. Administración local y autonómica rivalizaban por recuperar y mejorar pisos infames en los barrios más viejos. Luego se peleaban por colocar una placa arrogándose el mérito en la fachada pero eso resultaba indiferente a los vecinos que recuperaban la dignidad como inquilinos.

La falta de presupuestos y de ideas paró en seco ese proceso cuando apenas había alcanzado la mitad de sus objetivos. Desde 2008, apenas se ha movido nada y las fincas que se quedaron atrás presentan, como es obvio, un estado de conservación lacerante. Tanto alcaldesa como delegado de la Junta han lanzado en los últimos días guiños a la colaboración. Todos dicen estar dispuestos. Todos admiten que es necesario. Pónganse y aprovechen los primeros rayos de recuperación económica para aportar viviendas dignas a los ciudadanos.

En pocos proyectos, sólo educativos o sanitarios, podrá invertirse mejor el recuperado oxígeno financiero que en dotar a una ciudad llena de goteras y grietas, por sus muchos años, de pisos en los que las familias puedan decir que viven.