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Linesur, a punto de quedarse sin servicios mínimos por falta de gasoil

La plantilla del transporte rural sigue con la huelga, mientras la empresa advierte de que no hay dinero ni para combustible

A. DOÑA
JEREZActualizado:

La plantilla de Linesur, concesionaria encargada del servicio de transporte en barriadas rurales y pedanías, afronta su tercer día de huelga por impagos con un panorama desolador. En la mañana de ayer, el comité de empresa se reunió con la dirección y ésta trasladó sin ambages a los trabajadores que el cobro de las tres nóminas pendientes es del todo imposible, ante la falta de pago de lo que les adeuda el Ayuntamiento.

Así lo explicó el presidente del comité, Alejandro Gómez, confirmando que mientras esta circunstancia persista los paros continuarán de manera indefinida de lunes a viernes. Para colmo de males, la empresa les expresó una vez más su preocupación por la falta de combustible, lo que puede hacer peligrar el cumplimiento de los servicios mínimos.

Gómez quiso aclarar que, «a pesar de lo que se está diciendo por ahí», los conductores están llevando a cabo estos servicios con absoluta profesionalidad, pero advirtió de que en el futuro si se suspenden por la carencia de gasoil nada podrán hacer al respecto. En esta línea, aprovechó para recordar que mañana jueves los perjudicados han convocado una manifestación que partirá de Las Angustias hasta el Ayuntamiento. En la marcha, prevista para las 12.00 horas, irán acompañados por usuarios de barriadas rurales y pedanías, a los que recogerán a partir de las 10.00 horas.

Como ya publicara este medio, la huelga del transporte rural está afectando a alrededor de 1.000 pasajeros diarios, puesto que por estas fechas la demanda del servicio se triplica coincidiendo con la masiva asistencia de vecinos de estos núcleos a la ciudad para ultimar las compras navideñas. Según Gómez, lo único que podría frenar la huelga sería el pago de al menos dos de las tres nóminas que se debe a la plantilla, sin olvidar que a cada trabajador se adeudan atrasos que rozan los 3.000 euros.

En Urbanos aplazan los paros

La reunión celebrada ayer en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) no sirvió para que las partes personadas en el conflicto de Urbanos Amarillos acercasen posturas. La plantilla de momento seguirá sin cobrar, pero lo novedoso del asunto es que a pesar de ello la huelga prevista a partir de hoy se ha aplazado al próximo 16 de enero. La razón no es otra que un gesto de generosidad por parte del personal, como lo expresaba el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, que ha decidido «no fastidiar a comerciantes y ciudadanos durante estas fechas, porque no se lo merecen».

De esta forma, los conductores esperarán a que terminen las navidades y, de paso, otorgarán otro margen de confianza de 13 días a la dirección para que les abone las tres nóminas y los atrasos pendientes. «La situación es exactamente la misma, pero hemos optado por no ir a la huelga de momento, aunque creemos que tanto la empresa como el Ayuntamiento podían haber buscado ya el dinero para pagarnos». Así las cosas, de no producirse el abono los paros comenzarán el 16 de manera indefinida durante cuatro horas diarias, de tal forma que los días pares la actividad se paralizará de 10.00 a 12.00 y de 18.00 a 20.00 horas, mientras que los impares se hará lo propio de 9.00 a 11.00 y de 19.00 a 21.00 horas.

«Lo que hemos hecho es mostrar flexibilidad, pese a que el panorama es muy negro. A ver si durante estos días se materializa el acuerdo entre Ayuntamiento y Diputación y se cuenta con algo más de liquidez. Los trabajadores no deberíamos pagar las consecuencias de la mala relación entre el Consistorio y la empresa». Según Morales, en este último punto radica el quid de la cuestión más que en la imposibilidad real de hacer frente a las nóminas; a juicio de los profesionales, Urbanos Amarillos se escuda en que la administración local no les paga para no abonar ellos lo debido, cuando sí pueden conseguir los fondos para hacerlo.

Con esta estrategia, lo que perseguiría la dirección sería presionar al Ayuntamiento para que la subvención correspondiente se pague de forma mensual y no anual, como se está haciendo hasta el momento. «Con esta actitud, la empresa cierra el grifo y nos utiliza a los trabajadores», se lamentaron. Con la decisión de retrasar la huelga, no obstante, confían en que cambie su imagen de cara a la ciudadanía y dejen de ser «los malos de la película», aunque recuerdan a todos los jerezanos que en cada uno de sus hogares siguen faltando tres nóminas.