El antiguo Bingo Alameda lleva ya varios años cerrado a cal y canto y sin proyectos de futuro :: C. C.
urbanismo

La calle de los edificios sin esperanzas

En Real existen varias construcciones que pueden permitir su desarrollo y que sin embargo han caído en el más completo olvido

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Tras la tormenta siempre llega la calma. Tras el calvario de las obras, los problemas de paso, las dificultades de acceso, la calle Real afronta una nueva etapa, aquella en la que se debe definir como centro neurálgico del turismo en la ciudad. La peatonalización de la vía ha conseguido que se reactive la actividad en el centro de la ciudad, que las personas vuelvan a pasear por ahora su gran acera y ese flujo se debe aprovechar para crear empleo, para desarrollar la ciudad y comenzar con el cambio de modelo tan buscado a partir de la efemérides del Bicentenario de Las Cortes.

Ahora hay que buscar espacios que precisamente sirvan para la revitalización de la calle, aunque aquí se topa con el verdadero problema. Primero porque la situación actual no hace que las empresas asumen riesgos y amplíen sus negocios, no hay duda de que Real precisa de operadores motores (como grandes superficies o firmas que atraigan a las personas). Por otro lado porque aún no se ha cerrado un plan de tráfico y señales que permita el acceso inmediato a Real que debe ir acompañado con un plan de aparcamientos. Por último, porque a pesar de los múltiples intentos no se ha podido sacar adelante ningún gran proyecto en los edificios de referencia de la vía. Aquellos que son un referente y que por una u otra razón han caído en el olvido (al menos aparentemente) y sin esperanzas de desarrollo.

Uno detrás de otro

Si se entra por la Venta de Vargas se puede ya atisbar la primera de estas construcciones. Se trata del antiguo inmueble de la Cruz Roja. Lleva años abandonado y se ha convertido en una especie de mansión para gatos, sus únicos habitantes. El objetivo del Ayuntamiento fue el de crear un hotel aunque para ello precisaba del aparcamiento trasero que pertenece a Capitanía. Tras el fracaso de las negociaciones, el proyecto se ha guardado en el cajón y no ha surgido otro, Algo que se puede comprobar por el cartel de venta que cuelga en una de sus ventanas. Precisamente es una actuación necesaria pues no se puede olvidar que en San Fernando, tras los contratiempos que han surgido en el complejo de Bahía Sur, carece de plazas hoteleras, unas de las condiciones imprescindibles para abrirse al turismo, además de precisar de estos equipamiento en el centro de la ciudad, por lo que esta finca cuenta con todos los requisitos.

Una gran franquicia de comida rápida estaba interesada en hacerse con él, pero tampoco pudo ser. En este caso se trata del edificio de Telefónica, el que está junto a la Iglesia Mayor. Aquí el problema es otro y es que la empresa de comunicación parece haber reactivado parte de su actividad y se trata de uno de los puntos de los que no se quiere desprender por las conexiones que allí existen.

Claro que también hay otras limitaciones en concreto las que impone el Plan de Especial de Protección y Reforma del Casco Histórico (Peprich) que no permite una gran transformación de la finca para adaptarse a las necesidades de estas empresas. Algo que no ocurre en otras ciudades en las que se puede ver como edificios históricos se encuentran ocupados por firmas de relevancia que han realizado obras de reformar para acondicionar las construcciones sin que pierdan sus características.

El bingo Alameda, ubicado en la plaza que lleva el mismo nombre, es otro gran espacio desaprovechado y que el tiempo se encarga de deteriorar. El PSOE fue uno de los pocos partidos en la campaña electoral que presentó un proyecto para recuperarlo como sala de teatro y de conciertos, para aquellas representaciones y actuaciones que requieran de un gran aforo, muy limitado en el caso del Real Teatro de Las Cortes, lo que lastra la economía municipal. Y es que en el edificio constitucional tan solo caben unas 300 sillas.

Aunque hay más no se puede dejar de lado el característico Palacio de la Casa Lazaga. Un edificio que se quiere convertir en un hotel con encanto pero que no se consigue a pesar del supuesto interés en su tramitación. Aunque se ha anunciado en varias ocasiones una licitación inmediata del edificio sigue sin producirse y por tanto sin dar rentabilidad a la ciudad.