Los arqueólogos trabajan para documentar una zona de Marruecos apenas explorada. :: L. V.
Sociedad

Arqueólogos de la UCA arrancan su última campaña en el norte marroquí

El equipo que dirigen Darío Bernal y José Ramos ha iniciado el cuarto trabajo de campo para elaborar la Carta Arqueológica

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El pasado domingo comenzaba la cuarta campaña de elaboración de la Carta Arqueológica del Norte de Marruecos, un proyecto que surge de un acuerdo hispano-marroquí que ha unido a investigadores de la UCA, de la Universidad Abdelmalek Esaadi (Tánger-Tetuán) y del Institut National des Sciences de l'Archéologie et du Patrimoine (INSAP) de Rabat. Se trata del último trabajo de campo en esta zona del país africano apenas explorada y documentada.

Si hace un año los expertos trabajaron en la zona del litoral marroquí, ahora las prospecciones se están realizando en el interior de la comarca de Tetuán, Anjera, en un espacio de unos 45 metros cuadrados, «donde no se había trabajado antes por su difícil acceso», apuntaba ayer desde Marruecos Darío Bernal, uno de los directores -junto a José Ramos- del equipo de investigadores de la UCA. Desde el pasado domingo trabajan en las montañas, y en solo un par de días ya han hallado «seis yacimientos nuevos».

La cuarta campaña, que durará dos semanas, incluye la prospección arqueológica en esta zona interior, con el objetivo de localizar yacimientos, y la de dos valles fluviales, los de los ríos Khemis y Segher. Por otro lado, también se está realizando una excavación en la bahía de Marsa, donde los arqueólogos encontraron el año pasado un importante yacimiento romano, «posiblemente una factoría de salazones de época alto-imperial», reconoce Bernal.

Tanto él como su compañero José Ramos aseguran que este proyecto está dando muy buenos resultados. «Pensamos que cuando acaben los trabajos habrá unos 200 yacimientos nuevos, cuando hasta hace nada solo se conocían unos 20 o 25».

El año que viene, los investigadores gaditanos y marroquíes tendrán que estudiar todas las piezas y materiales hallados durante los últimos cuatro años, que actualmente se encuentran en el Museo Arqueológico de Tetuán. El resultado de todos los estudios se plasmará finalmente en una amplia memoria, que recogerá las interpretaciones del poblamiento de esta zona durante las distintas épocas históricas. Así, se podrá saber, entre otras cuestiones, cuáles eran las zonas más habitadas, la forma de vida que se daba en ellas, cómo obtenía cada civilización sus recursos...

Según ha apuntado en diversas ocasiones José Ramos, resulta evidente la sintonía de esta zona de Marruecos con el sur andaluz a lo largo de la historia. Y es que los investigadores han encontrado a lo largo de estos últimos años multitud de similitudes entre las ocupaciones humanas de ambos lados del Estrecho.

«Entre los años 50 y esta década hubo un gran parón» en la investigación arqueológica del norte de Marruecos, señala Ramos, que se ha impulsado ahora gracias a este acuerdo entre los dos países. Además, según Bernal, este amplio y exhaustivo inventariado patrimonial ayudará a establecer nuevas «medidas de protección» de los yacimientos marroquíes.

Por otro lado, los estudios ya han atraído la atención de expertos internacionales. «Hemos publicado un artículo sobre los recursos marinos en el Estrecho durante la Prehistoria en la prestigiosa revista 'Quaternary international'», sentencia con orgullo José Ramos.