Un adiós anunciado

La aventura política de Manuel Pizarro ha durado poco más de dos años. El ex presidente de Endesa, que concurrió como número dos por Madrid a las elecciones generales de 2008, comunicó ayer a Mariano Rajoy que renunciaba a su acta de diputado «por razones estrictamente personales». Se va sin dar un portazo, aunque su marcha era la crónica de una salida anunciada.

Presentado como el 'gran fichaje del PP', Pizarro quedó relegado de la primera línea tras la derrota electoral de 2008. Rajoy lo colocó, contra pronóstico, en la comisión Constitucional del Congreso -donde ha desempeñado un discreto papel- y otorgó el control de la política económica de los populares a Cristóbal Montoro. El ex presidente de Endesa vio esfumarse así sus deseos de tener protagonismo en el debate económico, su terreno. Una decisión en la que es probable que tuviera mucho que ver su sonada derrota en el debate económico que mantuvo con el entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes, durante la campaña electoral. Aquel revés frenó su progresión interna.

El paso del ex presidente de Endesa por el PP se puede glosar en un ramillete de frases deportivas que él mismo pronunció.

«Vengo a sudar la camiseta», dijo nada más llegar. Tras quedar claro, al consumarse el fiasco electoral del PP, que Rajoy le retiraba su confianza, Pizarro comentó: «Soy muy disciplinado; si quieren, que me saquen al campo, y si no, no». Abundó en el símil futbolístico con otra perla: «No soy de los que piden el balón porque sé que no tengo carrera política por delante; ni la tengo ni la quiero».