¿Quién hereda cuando no se ha hecho testamento?

Una vez que se constata que el fallecido no ha dejado por escrito sus últimas voluntades, el reparto de los bienes apenas presenta dificultades. Aquí no hay particiones que valgan. «Para determinar los herederos universales se sigue un orden de sucesión lógico en el que una categoría excluye a las siguientes. Los hijos y descendientes serían los primeros en heredar. En el caso de que no hubiese, se pasaría a los padres o ascendientes; al cónyuge; a los hermanos o sobrinos, y los últimos serían los parientes colaterales de hasta cuarto grado de consanguinidad (los primos)», comenta Mariano Yzquierdo, director del departamento de Derecho Civil de la Universidad Complutense. Así, si el empresario menorquín Juan Ignacio Balada Llabrés no hubiese dejado testamento, sus primas serían ahora las únicas herederas de su inmenso patrimonio.

¿Y si ni siquiera hubiese primos hermanos? En este caso, el único beneficiario de todos los bienes sería el Estado. Sólo en el año 2008 las arcas nacionales se embolsaron más de 11,5 millones de euros gracias a los 133 fallecidos sin sus correspondientes sucesores. Sin embargo, este dinero tiene unos fines predeterminados y no se puede usar para construir carreteras o VPO, por ejemplo. Un tercio de la herencia va para instituciones municipales de beneficencia, acción social y profesionales, ya sean estatales o privadas; otro a entidades de este tipo pero de ámbito provincial, y el último tercio se destina a cancelar la deuda pública.