El acusado de arrollar a un motorista se enfrenta a ocho años de cárcel

La acusación particular pedirá para el imputado por arrollar presuntamente a un motorista onubense en Jerez ocho años de prisión por un delito de homicidio. Algo que confirmó ayer la madre del fallecido, Socorro Padilla, que cuenta los días que faltan para la celebración del juicio, señalado para el próximo lunes 1 de febrero en los juzgados jerezanos.

Concretamente, el letrado de la familia fundamenta esta petición en el hecho de que el acusado «conducía bajo los efectos del alcohol y las drogas» en el momento del suceso, que se produjo el 25 de marzo del citado año, cuando el joven Francisco Ángel Jiménez Padilla transitaba por la ciudad en su motocicleta, a donde había acudido para disfrutar del Gran Premio de Motociclismo.

Supuestamente, el imputado arrolló a su paso a varios vehículos saltándose tres controles de la Guardia Civil, tras lo que cruzó una mediana y se llevó por delante a Jiménez. Una de las cuestiones que ha suscitado más polémica en este caso es que «a pesar de estos antecedentes -como resalta la familia-este sujeto sigue en la calle y sólo ha cumplido una condena de ocho meses por la droga que se le incautó».

Antecedentes

Además, el acusado ha cumplido ya varias condenas por conducir en estado de embriaguez, lo que a juicio de los afectados agrava aún más si cabe la situación. El periplo de los parientes del fallecido desde marzo de 2007 ha sido incesante, pues desde su pueblo, Rociana, han movido cielo y tierra para intentar que se hiciera justicia.

En su lucha por que el acusado ingresara en prisión preventiva y también con la intención de acelerar el señalamiento del juicio, los familiares han organizado durante estos tres años varias concentraciones a las puertas de los juzgados jerezanos, a las que han acudido en autobuses hasta un centenar de vecinos de Rociana para solidarizarse con su causa.

La próxima cita será este lunes, cuando tres autobuses y un total de 25 coches llegarán a la ciudad procedentes de la localidad onubense. Consuelo Padilla, hermana del fallecido, también se pronunció ayer para expresar el sentimiento encontrado que embarga a su familia.

«Estamos viviendo unos días muy duros, porque por un lado deseamos que llegue el día en que se haga justicia y por otro tememos que esa justicia no sea la que esperamos. No queremos que se rebaje ni un ápice la condena que pedimos».