Arnaldo Otegi sonríe desde el banquillo de los acusados en un momento del juicio. :: REUTERS
ESPAÑA

Otegi asume todas las directrices de ETA ante la Audiencia Nacional

Rechaza condenar la violencia, mantiene una huelga de hambre y lanza un alegato a favor de una «solución pacífica y democrática»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Arnaldo Otegi demostró ayer en la Audiencia Nacional que no se separa un ápice de la doctrina oficial de ETA y desvaneció las esperanzas de quiénes esperaban ver en él una voz disidente. En el juicio por enaltecimiento del terrorismo durante el homenaje a un etarra, el ex portavoz de Batasuna se negó de forma expresa a condenar la violencia, anunció que secunda la huelga de hambre que la banda ha ordenado como medida de presión a sus presos e hizo un medido alegato político a favor de una «solución pacífica y democrática» del «conflicto vasco».

Otegi, que se enfrenta a una petición de 18 meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo y reunión ilícita durante un homenaje al etarra José María Sagarduy, 'Gatza', en Amorebieta en julio de 2005, fue tajante ante la pregunta directa de la presidenta del tribunal, Ángela Murillo. «¿Usted condena rotundamente la violencia de ETA?», inquirió la magistrada. «No le voy contestar», respondió el procesado. «No va a contestar ¿verdad? Yo ya lo sabía», replicó Murillo. «Ya sabía que me iba a hacer esa pregunta», apostilló el imputado mientras se iba del estrado.

La juez, que permitió que el portavoz se alargara en explicaciones políticas que poco o nada tenían que ver con los hechos enjuiciados, no se mostró sin embargo igual de comprensiva con los intentos de Otegi y su abogada, Jone Goirizelaia, de exteriorizar que el líder 'abertzale', algo más delgado de lo habitual, secunda la huelga de hambre que ETA ha ordenado a sus reclusos para reforzar la cohesión interna. «¿Puedo sentarme?», dijo con un hilillo de voz Otegi antes de que la letrada pidiera al tribunal que su defendido pudiera beber agua durante la vista dado que se encuentra en ayuno. «¡A mí, como si quiere beber vino!», espetó la magistrada. El ex portavoz de Batasuna, explicó su abogada, se sumó desde el pasado lunes a la huelga de hambre, el último llamamiento de la banda en su campaña contra la dispersión.

No fue ese el único guiño de Otegi a la ortodoxia de ETA. El ex portavoz se esmeró en recordar que en que seguirá «militando en la izquierda 'abertzale' mientras me queden fuerzas o vida», e insistió en su «absoluta sintonía» con la denominada 'declaración de Alsasua', la última propuesta de la izquierda 'abertzale' en el debate interno para buscar una fórmula que permita su regreso a la actividad política legal y a las instituciones.

Durante media hora, Otegi colocó su discurso en las respuestas a las preguntas de su abogada, las únicas que respondió. El imputado dijo que su intervención en el homenaje a Sagarduy fue política y que, «lejos de realizar apología o enaltecimiento de las soluciones violentas», defendió que «tanto entonces como ahora existen condiciones para una solución pacífica y democrática» para la solución del «conflicto».

«Mayoría social»

Según sus tesis, la «mayoría social y política» de Euskadi quiere un estado propio en Europa y para alcanzar esa meta reclamó un referéndum de autodeterminación. «Y si el pueblo decide democráticamente seguir siendo parte del Estado español, la izquierda 'abertzale' se compromete a respetar esa decisión», explicó. Argumentó que su presencia en el homenaje fue a petición de la familia de Sagarduy y que centró su intervención en la «denuncia un situación absolutamente cruel e injusta» -el encarcelamiento del recluso durante 27 años, ahora son 30- y en «reivindicar el proceso de diálogo en ciernes» por entonces. Aseguró que en 2005 ya había un «canal de comunicación fluido con el Gobierno socialista y con el Partido Socialista».

Tras Otegi declararon las otras dos procesadas que acudieron a la vista oral, Itziar Galardi y Josune Irakulis. La primera dijo que participó en el homenaje por amistad con el preso. Irakulis explicó que sólo pidió al Ayuntamiento el permiso para realizar el acto.