Pandiani da vida a Osasuna

Victoria del Racing en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante un Osasuna conservador y rácano en el juego, que estuvo con pie y medio fuera de eliminatoria hasta que Pandiani le rescató con un gol en los minutos finales. Partido tan intenso como trabado el vivido en El Sardinero. Pelotazos, continuas interrupciones, pérdidas de balón y faltas. Sólo en la primera parte se contabilizaron seis amarillas. Miguel Ángel Portugal optó por sacar toda su artillería, incluido Canales, el nuevo fenómeno mediático. Camacho apostó por las rotaciones pensando más en la Liga y en el choque de vuelta.

El Racing llevó el peso de un encuentro espeso. Sólo había algo de claridad cuando Munitis entraba en contacto con la pelota. Ya fuera por su velocidad o por sus pases a la espalda de la defensa 'rojilla', era el único que imprimía sensatez al juego local.

Osasuna se mantenía replegado tan obsesionado de mantener la portería a cero que se olvidó de atacar. Salvo el voluntarismo de Masoud y una ocasión al comienzo de Monreal que sacó el guardameta santanderino con el pie, no hubo noticias de los delanteros navarros.

La segunda mitad comenzó con un Racing más dominador si cabe. Sin crear grandes ocasiones, echó el balón al suelo e intentó jugar al fútbol. Su actitud tuvo recompensa. Monreal cometió un grave error y regaló el esférico a un gran Toni Moral, cuyo centro lo remató con un zurdazo espectacular desde fuera del área Colsa.

Golazo que hacía justicia a lo visto en El Sardinero. Lejos de despertar, Osasuna se mantuvo más aletargado, noqueado por el tanto del rival.

Camacho reaccionó y dio entrada a Pandiani y Camuñas. Sin embargo, fueron los cántabros quienes pudieron ampliar la ventaja, pero Xisco y Munitis no estuvieron acertados. Todo lo contrario que Diop. El delantero racinguista, que sustituyó a un gris Canales, marcó el segundo con un trallazo desde fuera del área y desató la locura en la grada. Pudo Osasuna recortar distancias tras un córner, pero Mario estuvo soberbio. El guardameta local no evitó que Pandiani marcara en el último instante para dar vida a Osasuna y dejar la eliminatoria muy abierta.