ENTRE CABALLEROS

Como era de esperar, Javier Gracia actuó igual que lo hizo en todos y cada uno de los días desde que llegó a Cádiz, es decir, sin dar una voz más alta que otra. Los que esperaban que aprovecharía ese día para quejarse de que las cosas esta temporada no han sido como se esperaban o como se han vendido, estaban equivocados y no conocen al navarro. Y como todo en la vida tiene dos caras, en esto también, porque al sentimiento de tristeza por la marcha de un caballero se enfrenta el sentimiento de alegría por la llegada de otro caballero. Un caballero, el uruguayo, que además tiene en su haber el título honorífico de ser el mejor entrenador que ha tenido el Cádiz en su casi centenaria historia. No creo que haga falta que vuelva a repetir todos los logros conseguidos por el charrúa cada vez que ha estado en el banquillo del Cádiz, aunque a veces creo que sí por algún olvidadizo que hay por ahí. Además con la llegada de Víctor vuelve también la disciplina. No quiero decir con esto que la indisciplina campara a sus anchas con Gracia, porque no era así, pero sí que con Espárrago llega una serie de actitudes y comportamientos a llevar a cabo por los integrantes de la plantilla que además les sirve a los futbolistas para su vida diaria también. No quiero olvidarme de su segundo, Luis Soler, un hombre que podía decir que nunca se ha marchado de Cádiz aunque no estuviera aquí físicamente, ya que ha mantenido con mucha gente de aquí (entre los que tengo el orgullo de encontrarme) un contacto continuo a través del correo electrónico. Ya que hablamos de caballeros, otro más a unir al dúo mencionado anteriormente (Gracia y Espárrago). Con Espárrago y Soler llega el tándem ideal, la compenetración perfecta entre dos hombres que deben trabajar juntos codo con codo.

Y como los caballeros buscan a caballeros para trabajar y que además lo hagan bien, Suárez sin duda sería la tercera pata de un banco perfecto. Y lo dice el que sería el primer damnificado ya que lo perdería como comentarista, aunque no como amigo que eso es lo importante. Mucha suerte a Espárrago, a Soler y a Gracia. Y punto