Mariana mira orgullosa a Ángela, que se ha adelantado una semana para convertirse en la protagonista total del nuevo año. :: ESTEBAN
Jerez

«Esta niña tenía prisa por tomarse las uvas»

El primer parto en el Hospital de Jerez fue una pequeña que vino al mundo a las 01.05 horas y pesó 2,680 kilos Los padres son de nacionalidad rumana y se buscan la vida en Sanlúcar, donde uno trabaja y el otro está en paro

JEREZ. Actualizado: Guardar
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María Ángela tiene apenas un día de vida y ya se ha convertido en el bebé más famoso del año. No es para menos, si se tiene en cuenta que ostenta el mérito de nacer justo una hora después de que sonaran las campanadas de bienvenida del 2010, por lo que ha sido la primera en llegar al mundo en el Hospital de Jerez.

«Esta niña tenía prisa por tomarse las uvas», bromea su madre, Mariana Gabriela, cuyo alumbramiento estaba previsto para el 6 de enero y a poco si llega a final de año. A las 19.00 horas comenzaron las contracciones y a las 21.30 los sanitarios acabaron poniéndole la epidural a la parturienta, que confiesa con cara de alivio: «no sé qué hubiera hecho sin la anestesia».

Finalmente, a las 01.05 horas nació Ángela de manera natural, con 2,680 kilos de peso y sin ningún tipo de complicaciones, ante la felicidad de sus padres y su hermana Andra Catalina, de diez años, que no hace más que mirar con orgullo a la pequeña. La historia de Mariana y su marido Ángel es la de tantos inmigrantes que han venido a esta tierra en busca de una oportunidad que no han podido tener en la suya.

Procedentes de Rumanía, él llegó hace siete años y cuando logró encontrar sustento se trajo consigo a su mujer y a su hija mayor, un año después. Tras los obstáculos con los que se toparon por el camino, la familia Gheorghe consiguió afincarse en Sanlúcar y criar a Andra, hasta que ha llegado Ángela.

Dificultades

Sin embargo, la crisis también les ha pasado factura y en la actualidad, mientras que Mariana trabaja por horas limpiando en una casa y por la tarde en una pizzería, su marido ha tenido que sumarse a la larga cola del paro. Afortunadamente, la pareja es optimista y confía en que en este caso más que en ningún otro se cumpla a rajatabla el dicho popular de que los niños vienen con un pan bajo el brazo, y pronto puedan poner fin a su mala racha.

«La niña es muy tranquilita y muy buena, a ver si nos trae suerte», apunta su madre, que a pesar de estar lejos de Rumanía ayer tenía la habitación abarrotada de amigos y familiares. Ellos sin duda alguna son el soporte de los Gheorghe y así lo demostraron con sus risas y su buen humor, al tiempo que dejaron claro que ellos son ciudadanos honrados que sólo han venido a España «a trabajar».

Aunque la recién nacida no dejó que sus progenitores se tomaran las uvas, (a Mariana por la lógica incomodidad y a Ángel por el nerviosismo), la pareja no descarta hacerlo cuando abandonen el hospital jerezano y puedan empezar su nueva vida junto a las dos niñas, en un futuro lleno de esperanza que seguro les deparará numerosas alegrías.