Haidar agradece su retorno a El Aaiún a la sociedad española pero no al Gobierno

Una misiva impregnada de solidaridad y agradecimiento, pero también de olvidos significativos. Aminatu Haidar envió ayer un correo electrónico desde su casa de El Aaiún con el que quiso dar las gracias a todas las personas que le acompañaron y le apoyaron durante los 32 días en los que permaneció en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote.

Una gratitud que Aminatu Haidar, que aún se recupera de las secuelas físicas de un ayuno tan prolongado, repartió entre más de medio centenar de instituciones públicas -incluidos los parlamentos español, portugués y europeo-, partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y sociedad en general.

La activista saharaui, sin embargo, deja fuera de su reconocimiento a los gobiernos de España y Francia, pese a que los titulares de Exteriores de ambos ejecutivos lograron cerrar el acuerdo con las autoridades marroquíes que permitió su regreso a El Aaiún, el pasado 17 de diciembre.

«Quien ojee el tamaño de la alarma mundial que habéis impuesto para lograr mi victoriosa vuelta sin condiciones a mi patria, Sahara Occidental, descubrirá que los pueblos que consagran los valores de justicia y derechos humanos son capaces de imponer sus alternativas», comenta en su carta.

Luchar para la liberación

Aminatu Haidar advierte de que su próximo objetivo será luchar para lograr la liberación de un grupo de siete activista saharauis encarcelados desde noviembre en la ciudad marroquí de Salé y, lo que puede ser más comprometido para el gobierno del reino alauita, pretende descubrir el paradero de los desaparecidos saharauis, que la propia Haidar cifra en «cientos».

Su lema será '¡No y basta ya!'. Confiesa que su estrategia, que se basa en su propia experiencia «agotada por la tortura en mazmorras secretas», busca evitar la muerte de más presos políticos en penales marroquíes, víctimas de enfermedades crónicas para las que no reciben ningún tipo de asistencia médica, según su testimonio.

Haidar quiere dar un paso adelante a favor de los derechos humanos del pueblo saharaui, pero sin preterir el principal objetivo político de la antigua colonia española: disfrutar de su legítimo derecho a la autodeterminación mediante la celebración de un referéndum libre, justo y transparente.