Una muchedumbre se agolpa en el aeropuerto de la ciudad suiza de Zúrich al extremarse las medidas de seguridad. :: EFE
MUNDO

EE UU aprueba medidas de control «impredecibles» en los aeropuertos

Un avión que cubría la misma ruta que la del frustrado atentado aterriza de emergencia en Detroit por la actitud irregular de un pasajero

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Estados Unidos reaccionó ayer ante los reiterados fallos que permitieron al nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab llegar a suelo estadounidense sin ser detectado por los servicios de seguridad de dos aeropuertos internacionales imponiendo nuevas restricciones que hará más complicados aún los trámites de embarque y la capacidad de los pasajeros de ir de un lado a otro del avión.

El Gobierno no ha sido muy específico sobre los pasos a tomar, argumentando que pretende que las medidas de seguridad resulten «impredecibles», de tal modo que los pasajeros no encuentren los mismos tipos de controles en cada aeropuerto. Un endurecimiento excesivo de las normas podría provocar un fuerte rechazo de compañías y viajeros, destacaron ayer expertos del sector. Según informaciones filtradas por algunas líneas aéreas, los pasajeros en vuelos internacionales con llegada a Estados Unidos deberían permanecer en sus asientos la última hora del vuelo y sin ningún objeto personal a mano.

Asimismo, sólo se permitirá subir a bordo una pieza de equipaje pequeña. Aunque el incremento de la seguridad se centrará en los viajes internacionales, los pasajeros que hagan trayectos domésticos serán sometidos a nuevos controles que harán más lentas las ya de por sí complicados tránsitos en los aeródromos. Especialistas del sector apuntan que, como sucedió tras el 11-S, el plan de restricciones que están ideando las autoridades norteamericanas traerán importantes cambios en la rutina de viajar.

Por su parte, el portavoz presidencial, Robert Gibbs, destacó que la Casa Blanca ha ordenado como primera prioridad revisar el funcionamiento de las listas de pasajeros admisibles en vuelos con destino a o desde EE UU. También aquí se prevé importantes cambios en el sistema de vigilancia que usan las agencias del Gobierno donde se recoge los diversos riesgos de amenazas. Gibbs afirmó que el presidente, Barack Obama, mostró su sorpresa tras saber que un hombre que transporta una sustancia tan peligrosa como el Petn (tetranitrato de pentaeritritol) pudo embarcar a bordo de un vuelo transoceánico en Amsterdam.

Washington había incluido a Abdulmutallab en una lista de posibles terroristas hace un mes, aunque ocupaba una categoría de «bajo riesgo». En cualquier caso, no había suficientes datos como para adscribirle a otra de control, en este caso de pasajeros no admisibles a bordo de aviones comerciales, aseguró la jefa de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. Reino Unido ya le había denegado su permiso de entrada a mediados de año al comprobar que quería matricularse en un curso inexistente.

La mano de Al-Qaida

La cuestión todavía por aclarar de si Al-Qaida ha tenido que ver algo en los planes del joven nigeriano acusado del intento de atentado es objeto de una intensa investigación, según declaraciones de Napolitano a la cadena ABC. La emisora sí aseguró que la trama de la acción terrorista fue planeada por la organización de Bin Laden en Yemen. Sin embargo, descartó que el intento de explosionar el avión de Delta a su llegada a Detroit formara parte de un ataque de más envergadura.

La psicosis por el miedo a nuevos atentados no ha tardado en llegar. Las autoridades estadounidenses detuvieron ayer a una persona del mismo vuelo de Northwest Airlines procedente de la capital holandesa con destino Detroit. La cadena CNN indicó que el piloto solicitó un aterrizaje de emergencia ante el comportamiento irregular de uno de los pasajeros. El aparato fue conducido a una zona apartada del aeródromo.

Mientras, Jasper Schuringa, un joven empresario holandés de 32 años, se ha convertido en el héroe que evitó la catástrofe sobre el cielo de Detroit. En declaraciones a la CNN, afirmó que no se lo pensó dos veces cuando escuchó un estallido y vio humo en el pasillo del aparato. «Simplemente salté sobre los asientos para tratar de salvar el avión», señaló.