PUERTO REAL

Nueve meses y un pacto

El alcalde defiende que «en crisis no se puede gobernar en minoría», y la socialista que «antes que el partidismo está el interés ciudadano» Barroso y Mosquera dicen haber dejado atrás «rencillas personales» para llegar a un cordial acuerdo de Gobierno

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Las dos fuerzas integrantes del pacto de Gobierno firmado hace ya nueve meses en el Ayuntamiento de Puerto Real entre Izquierda Unida y el PSOE han hecho, ahora que concluye el año, un primer balance del tramo recorrido juntos.

El máximo representante de IU y alcalde, José Antonio Barroso, califica de «satisfactorias» las relaciones. «Hemos resuelto los contenciosos que manteníamos de naturaleza personal», se precia.

Barroso fija, en el valor que el PSOE da a Puerto Real como 'plaza estratégica', esas rencillas anteriores: «Eso trae inquina, ha creado unas fisuras que ahora intentamos cauterizar». En cualquier caso, estima que no son obstáculo para seguir adelante: «El pasado no está condicionando el presente». El primer edil describe la evolución conseguida: «Esto era algo impensable, que los hechos han convertido en posible, y luego en real». De hecho, hoy es un defensor de sus ventajas para la labor del gobierno: «Era bueno para Puerto Real y para los que componemos».

La primera teniente de alcalde y líder socialista, Ana Mosquera, califica de «paso importante» la integración al equipo de gobierno, a pesar de la factura que en su arranque les pudo pasar: «En principio supuso un desgaste político respecto a algunos ciudadanos», asume la edil.

Mosquera deja translucir que el trance pudo ser un cierto mal trago: «Este ha sido un paso de responsabilidad, en el que tuvimos que dejar de lado los intereses partidistas y hacer un frente común; por encima de los intereses partidistas, que son legítimos, pusimos sobre la mesa los intereses de los ciudadanos», asegura rotunda.

El alcalde valora especialmente la «estabilidad» como «privilegio intrínseco» que da la mayoría absoluta que resulta de la suma de votos. «En crisis es imposible gobernar en minoría», llega a afirmar. Otro punto en el que cree que se gana es en la rapidez en la toma de decisiones: «No es lo mismo discutir el Plan E con tu gobierno que con la oposición», pone como ejemplo.

Desde el PSOE se suma la reducción de la crispación política, y se anuncia que a partir de los presupuestos de 2010 (los de este año ya estaban aprobados cuando llegaron) se verán muchas más aportaciones llegadas de sus escaños.

En clave política es pronto para pronosticar hasta dónde llegará el acuerdo. Barroso ya le pone fecha de caducidad: «Termina cuando acabe la legislatura; más adelante habrá que ver las circunstancias y las relaciones generales con el otro partido». Se cura en salud.