Cartas

Reflexiones tras la marcha de Aminatou

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Me quedo con un sabor agridulce. Contento por la vuelta de Aminatou a El Aaiún, pero triste porque la diplomacia española da la impresión de que ha salido debilitada en buena medida de este conflicto, aunque ahora posiblemente se nos dirá otra cosa desde el Ejecutivo de Zapatero. Marruecos ha conseguido que se aprueben las comunicaciones oficiales con referencias claras a su mandato sobre el territorio del Sahara. El Ministerio del Interior marroquí ha dicho textualmente «Marruecos, que está comprometido con los Derechos Humanos, reafirma que no tolerará, por la razón que sea, ninguna transgresión en la aplicación sobre el conjunto del territorio nacional de las leyes en vigor y, con más razón, si los autores conspiran junto a los adversarios del Reino contra los intereses nacionales». Y en Francia «el presidente de la República manifestó el deseo de que el Reino de Marruecos pueda, en su tradición de apertura y de generosidad, entregar a la señora Aminatou Haidar su pasaporte marroquí a su llegada al territorio del Reino». Un signo de que Aminatou ganó la batalla, pero el Sáhara Occidental perdió la guerra. Por otro lado, el Gobierno ha dejado ver su peor cara: corto de reflejos diplomáticos ante la expulsión, y ocultando la verdad de lo ocurrido en la frontera ante la opinión pública y los medios. ¡Qué fácil es ser 'progre' en campaña electoral, y cuán pronto se olvida cuando se llega a la Moncloa!