El PP sigue sin encontrar sustituto al líder local

«A Rey muerto Rey puesto» o «ha muerto el Rey, viva el Rey». Estas dos expresiones son el antagonismo de la realidad que vive el Partido Popular de Arcos desde las pasadas elecciones de 2003. La derrota electoral del entonces alcalde, Juan Manuel Armario, fruto del desgaste de doce años de gobierno y de la campaña que tuvo que aguantar en su contra por llegar a un acuerdo con la eléctrica Enron para la instalación de una Central Térmica de Ciclo Combinado, fue el último paso político del carismático alcalde. Es evidente que cuando un partido encuentra un líder a nivel local que consigue tener la imagen que Armario tuvo en Arcos, llegó a ser incluso presidente provincial del partido y senador, resulta complicado encontrarle un sustituto que se considere que está a su altura. No obstante, para el PP arcense esto va camino de convertirse en una odisea por el desierto que ya le ha costado cientos de votos y va camino de costarle otros tantos, si se sigue manteniendo la situación actual», destacan dirigentes del partido a nivel local.