Cae en una operación militar el 'Jefe de jefes' del narcotráfico mexicano

Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera, se convirtió en la tumba de Arturo Beltrán Leyva, jefe del 'cartel del Golfo', ex 'capo' del de Sinaloa y uno de los tres 'narcos' más peligrosos de México. La Armada mexicana lo sorprendió en un piso de un complejo residencial de la ciudad al sur de la capital del país, con un plato de huevos fritos con jamón y bandejas de frutas sobre la mesa.

A las ocho de la noche comenzaron los disparos y los estallidos de las granadas. Tres horas después, quien se hacía llamar el 'Jefe de los jefes' y tres de sus secuaces quedaban acribillados y un cuarto prefirió suicidarse tirándose por la ventana a entregarse a los infantes de Marina. Dos mujeres y otro hombre fueron detenidos. Entre las fuerzas del orden hubo una baja y tres heridos.

'La Muerte', como también se hacía llamar, llamó a la puerta de su apartamento. Según informaciones oficiales, hubieran podido esquivarla de haberse rendido. Pero no lo hicieron y repelieron la orden a balazos. Previamente, los uniformados desalojaron con sigilo a los vecinos de los doce pisos de los tres edificios de la exclusiva urbanización.

Después, la Policía encontró en los sofás de la vivienda tres «cuernos de chivo» y 400 cartuchos útiles de diferentes calibres, un machete y un cuchillo de empuñadura oriental, 40.000 dólares (27.000 euros) en efectivo, y en una de las habitaciones, juguetes de niña.

Paredes derribadas, otras agujereadas, salpicaduras de sangre por todas partes, camas deshechas y cajones por el suelo, fue el escenario de la batalla que ponía fin de una cacería que duraba años.

Desde el pasado día 11 la Armada les pisaba los talones. Tenían indicios de que Beltrán asistiría a una 'narcofiesta' en una residencia de Tepoztlán. Entonces fueron recibidos a balazos. Tres esbirros murieron, once fueron detenidos, así como 24 prostitutas y 26 músicos que amenizaban el sarao. Buscaban también a Edgar Valdez Villarreal, alias 'La Barbie' o 'El Tigrillo', su brazo ejecutor del clan Leyva, pero ambos se escaparon.

El martes, esperaban encontrar a 'La Barbie' en el apartamento, pero se toparon con el cuerpo de Beltrán Leyva dándoles la bienvenida frente a la entrada. Casualidad u operativo de inteligencia, ayer, el presidente Felipe Calderón se frotaba las manos de gozo. Su política de acoso y derribo de los narcotraficantes entregó en bandeja a uno de los peces más gordos del ilegal y multimillonario negocio.

«Golpe contundente»

«En el marco de la estrategia integral de seguridad que hemos emprendido desde el inicio de mi administración esta acción representa un logro muy importante para el pueblo y el Gobierno de México y un golpe contundente contra una de las organizaciones criminales más peligrosas de México y del continente», dijo desde Copenhague, donde recibió un premio por el cuidado del medio ambiente.

No pudo menos que congratularse. La Armada, cuyo despliegue ordenó cuando asumió la Presidencia en el 2006, abatió a uno de los hombres que más contribuyó a azuzar el enjambre de la violencia que suma en estos tres años unos 15.000 muertos. 'El Botas Blancas', figuraba en la lista de los 24 'capos' más buscados del país y por su captura se ofrecía una recompensa de más de millón y medio de euros.

El mandatario aseguró que su Gobierno «seguirá en esta lucha para hacer de México un país de leyes y de libertades donde las familias puedan vivir tranquilas y en paz en nuestro país». Este golpe se cuenta como el mayor propinado en estos tres últimos años. Pero Arturo Chávez Chávez, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), advierte de que no se descarta una «ola de violencia en el interior de la organización en la definición del liderazgo». Los Beltrán Leyva dieron su apellido al cartel y por su titularidad pelearan los dos que quedan libres, Mario Alberto y Héctor 'El General', supuestamente, el más peligroso de todos.