Los detallistas del Mercado temen que la lluvia provoque filtraciones

El Mercado pasó su primera prueba de fuego. A pesar de las quejas iniciales, las lluvias que azotaron la ciudad durante la jornada de ayer no causaron problemas importantes a los detallistas de la Plaza de Abastos. La abertura que existe bajo las luminosas cristaleras instaladas la zona superior tan sólo ocasionaron la caída de pequeñas gotas de agua, que no afectaron a los clientes ni a los puestos.

Sin embargo, la Asociación de Detallistas del Mercado (Asodemer) mostró ayer su preocupación por la existencia de esta franja que se encuentra al aire libre y que podría ocasionar importantes filtraciones en caso de que las lluvias se intensifiquen durante los próximos días. «Nos preocupa, sobre todo, que el viento lleve el agua hacia el interior del recinto», manifestó José Luis Paramio, el presidente de los minoristas.

Por este motivo, el Ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra y les aseguró que durante esta semana se solventaría el inconveniente que tanto preocupa a los comerciantes. La solución pasa por colocar un pequeño suplemento en la zona afectada y que cumpla con la función de impedir que el agua se cuele entre los cristales.

Escape

La segunda jornada de la puesta en funcionamiento del Mercado volvió a contar con una importante presencia de público, aunque también se produjo un incidente tras la obstrucción de una de las tuberías del sótano de las instalaciones. La basura acumulada durante la realización de las obras taponó el conducto y provocó la salida de agua hacia dos de los puestos situados en la planta superior. El problema, que surgió poco antes de las ocho de la mañana, fue solventado en media hora y los detallistas pudieron abrir sus establecimientos a la hora de apertura: las nueve de la mañana.