Zapatero se reunirá con sus afines para paliar el fiasco de la cumbre

El fracaso de la Conferencia de Presidentes ha golpeado duro al Gobierno. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, dejó de nuevo ayer una rueda constancia del enojo que, menos de 24 horas antes, había sido incapaz de reprimir José Luis Rodríguez Zapatero. El también ministro de Política Territorial eludió la más mínima autocrítica y cargó las tintas contra el principal partido de la oposición, al que acusó de «boicotear el encuentro. «Nosotros -aseveró- no vamos a renunciar al diálogo».

En realidad, si los grupos de trabajo que proponía constituir el Gobierno en el documento discutido no se crean no ocurrirá nada. La arquitectura institucional del Estado cuenta ya con las conferencias sectoriales, en las que se podrían discutir las propuestas planteadas. Además, no sería la primera vez que una comisión acordada en la Conferencia de Presidentes cae en el olvido. Lo que de verdad fue un mazazo para Zapatero -porque nunca le había ocurrido- fue tener que abandonar la reunión sin un mínimo acuerdo. Sobre todo, porque lo que votaron los gobernantes autonómicos en la Conferencia fue parte de su estrategia de 'economía sostenible', su proyecto estrella.

Chaves advirtió que el Gobierno asumirá como propio el contenido del documento discutido y que lo intentará desarrollar con las comunidades «que quieran» en los órganos bilaterales y multilaterales existentes, entre ellos, las citadas conferencias sectoriales. En principio, eso incluiría a las que dieron el sí al texto: las gobernadas por los socialistas más Cantabria, Canarias y Navarra. Aunque eso, trasladar la discusión a las sectoriales, fue lo que pidió el PP tras exigir que no se pidiera la «adhesión» unas pocas horas a un documento que había dado a conocer a las tres de la tarde.

Exquisitez

El vicepresidente tercero defendió que los 'barones' populares sólo buscaron una excusa, que no quisieron, «o no les dejaron», representar el interés de los ciudadanos sino el de su partido y que «sacaron la calculadora de contar votos y llegaron a la conclusión de que cuanta más crisis y cuanto más paro, más votos».

Si él mismo podría haberlo hecho mejor, intentando allanar el camino a un entendimiento con más negociaciones previas es algo que no contempla. «Creo que hemos actuado exquisitamente», adujo. Chaves celebró el viernes un encuentro con los consejeros de Presidencia de las comunidades en el que se fijó el orden del día, además habló con el responsable de Política Autonómica del PP, Javier Arenas, y tuvo una conversación «con cada uno» de los presidentes. Pero las propuestas que el Ejecutivo quería poner sobre la mesa sólo se presentaron en el último momento.

Mariano Rajoy achacó este hecho al «tic autoritario» que, a su juicio, posee el presidente del Gobierno. «Zapatero confunde la lealtad con la adhesión inquebrantable», abundó. Según dijo, los presidentes del PP en la Conferencia dijeron 'no' a las propuestas de Rodríguez Zapatero sobre desempleo y medidas contra la crisis económica por tratarse de anuncios «frívolos y faltos de criterios».

El líder del PP aconsejó al presidente del Gobierno que se deje de «pataletas» y prepare mejor las reuniones de este calado. Rajoy destacó que no se puede estar tres años sin convocar la Conferencia de Presidentes y luego entregar un documento a las tres de la tarde, en medio de la reunión. «Las fotos sin reformas no sirven», indicó, a la vez que dio la enhorabuena a todos los participantes del PP en la reunión del lunes porque no han querido ser «figurantes» en una nueva «operación de marketing del Gobierno».