arte en pintura

La colección de Carmen Cervera y la del Museo Thyssen se unirán en febrero

La baronesa niega que a su hijo, que reclama dos cuadros de la pinacoteca, le corresponda alguna obra

MADRID Actualizado: Guardar
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La colección privada de Carmen Thyssen-Bornemisza se exhibirá a partir del próximo mes de febrero unida a la colección del barón que se muestra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. "Me hace mucha ilusión que se exhiban las dos colecciones unidas y quiero que desde el cielo mi marido lo vea", ha declarado la baronesa, que cedió su colección privada para su exhibición en el museo de forma gratuita durante once años, plazo que finalizará el 12 de febrero de 2011.

Desde que en el año 2004 se inauguraron los nuevos espacios del Thyssen, en los que se exponen las obras cedidas por Carmen Cervera, se iniciaron las negociaciones para una posible compra de la colección por parte de Estado. En estos momentos las conversaciones continúan pero no para la venta de la colección sino para un alquiler por 25 años, ya que la baronesa ha decido que los cuadros sigan en su poder y sean sus herederos quienes decidan sobre su futuro.

"Creo que esta decisión es más justa y si ellos cumplen mis deseos, la colección se quedará en España". Pensando también en sus herederos, la baronesa cree que después de once años de cesión gratuita "lo justo es el alquiler". En caso de no llegar a un acuerdo con el Estado para el alquiler de la colección, fue valorada entre 600 y 800 millones de euros, la baronesa ha reconocido que tiene "ofertas de varios países", aunque apostillaba: "Si yo me voy se queda un vacío muy grande en España".

La baronesa ha asegurado que hoy en día no se puede crear una colección de arte y que la única coleccionista privada que existe ahora es ella. "En el mundo faltan colecciones coherentes como la mía". Carmen Cervera no ha descartado la posibilidad de que algunos cuadros del siglo XVII puedan venderse al museo, separando su destino del de su colección privada, "ya que son cuadros que pertenecen al museo en el sentido de que no constituyen una colección tan completa", como puede ser la de pintura holandesa, los impresionistas o post-impresionistas, además de la pintura internacional del XIX.

Disputa con su hijo

"La calidad de la colección habla por si misma" en opinión de Carmen Cervera, que ha recordado que la cesión por once años de su colección se hizo según la ley inglesa de las Bermudas "en la que no existe la legítima para los herederos, quienes reciben lo que se les quiera dar".

Estas leyes son al parecer, y según la baronesa, desconocidas por Pedro Mejías, abogado de su hijo Borja, quien ha reclamado dos cuadros del museo, un goya y un giaquinto. "Mi hijo está muy mal aconsejado. Los cuadros son míos aunque eso no quiere decir que no sean de Borja en su momento. Cuando bautizamos a Borja en Nueva York compramos el goya a un marchante y lo tuvimos colgado en la suite del hotel porque queríamos contemplarlo".

El giaquinto "representa el Bautizo de Cristo, es un cuadro pequeño y emblemático. Mi marido dijo que estos cuadros tenían que pertenecer a Borja, pero cuando yo diga. Los tendrá en su momento oportuno". La baronesa ha recordado que Borja jamás le ha pedido nada, "ni ha querido nada que yo le quisiera dar, pero está muy mal aconsejado. Mientras este mal aconsejado, Borja no debe contar con nada". En esta afirmación pueden incluirse los 3,4 millones de euros que Borja Thyssen recibe cada cinco años, además de los más de 206.000 euros que percibe al año y que debe cobrar el próximo 24 de julio, cuando cumpla 30 años.