Anclados en el siglo XX

Las categorías de los premios Nobel no se modificarán por el momento y se mantendrán tal y como estableció el científico sueco, salvo el de Economía, que se creó en 1969. Paz, Literatura, Fisiología y Medicina, Física, Economía y Química no tendrán ninguna 'hermana' nueva, según desveló ayer el presidente del consejo de la Fundación Nobel, Marcus Storch, durante la entrega de los premios de 2009.

Storch contestaba de forma clara y contundente a una carta abierta de 'New Scientist' que pedía la incorporación de otras disciplinas como la neurociencia o el medio ambiente y que se pueda laurear a organizaciones. El empresario sueco explicó que el comité ha reflejado a lo largo de los años los éxitos en esos cambios: «Han premiado estos campos sin salirse de las actuales categorías».

El máximo responsable de la fundación esgrimió como argumento el palmarés de los últimos años y destacó que en la edición de 2007 se premió a Al Gore por su lucha contra el cambio climático. El galardón fue encuadrado en Paz. Y señaló que la lucha contra el VIH/sida fue premiada el año pasado en las figuras del alemán Harald zur Hausen y en los franceses Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, por sus descubrimientos sobre los virus del sida y del cáncer cervical.

En la apertura de la ceremonia de entrega de los premios, presidida por el rey Carlos Gustavo, Storch recordó que sí se puede distinguir a las organizaciones, pero que sólo el comité noruego, que entrega el Nobel de la Paz, ha usado esta potestad «en numerosas ocasiones durante el siglo pasado». Recordó que el Comité Internacional de la Cruz Roja ha sido premiada en tres ocasiones.

Por otra parte, los premiados pidieron una «aplicación responsable» de los descubrimientos científicos. «Mientras las nuevas tecnologías crean nuevas posibilidades, todos sabemos que el progreso tecnológico por sí mismo no garantiza un incremento de la prosperidad»,explicó el profesor Tore Ellingsen, miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia durante la ceremonia. Cada categoría está valorada en diez millones de coronas suecas (unos 950.000 euros) que se reparte entre el número de premiados, con un máximo de tres personas.

Literatura

Herta Müller

El «paisaje de los desposeídos»

De todos los Nobel, Herta Müller fue la más expresiva, y aun así, se limitó a recoger el galardón con una sonrisa y a hacer un gesto de agradecimiento con la cabeza.

De prosa descarnada, esta alemana de origen rumano fue distinguida por su capacidad de «describir el paisaje de los desposeídos», según el dictamen de la Academia Sueca. Su obra, que concentra «poesía y franqueza», está insuflada de un intenso aliento poético. Novelista, poeta y ensayista, Müller encierra en sus escritos un grito de rabia en favor de las minorías incrustadas en los países del centro de Europa, de las gentes que después de la Segunda Guerra Mundial sufrieron la opresión y las humillaciones de los regímenes comunistas.

Su lengua materna es el alemán, pero su experiencia vital es rumana. Su padre era un agricultor que sirvió en la SS de Alemania y su madre, al concluir la contienda, fue deportada a un campo ruso de trabajos forzados. Por esa vivencia entre dos culturas, la obra de Müller posee un estilo inimitable. El profesor Anders Ollson, que desgranó las razones en la elección de los académicos, subrayó que Müller sufrió lo que Claudio Guillén llamó «contraexilio», un sentimiento de estar al margen y fuera de todo lugar.

Müller fue presentada por Anders Olsson, de la Academia Sueca, como una mujer a quien «la experiencia de la opresión le ha privado de la paz». «Su trabajo está anclado en sus propias experiencias. Ella ha dicho que sus temas la eligen a ella y no al revés», en alusión a la devastadora impronta que supuso para la rumano-germana la dictadura de Nicolai Ceaucescu, cuyos crímenes quedan reflejados en libros como 'En tierras bajas'.

La Nobel de Literatura de 2009, ataviada con un sobrio traje negro, no se despegó de su bolso para recoger el premio. Hizo tres reverencias al rey de Suecia y enfiló sus pasos hacia donde se encontraba el resto de galardonados. Su presencia suscitó el aplauso más largo y sentido de la tarde.

Medicina

Elisabeth Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak

Propiedades de la telomerasa

Los tres estadounidenses han dedicado gran parte de su trabajo al estudio de la telomerasa, una enzima que protege a las células del envejecimiento y cuyo mecanismo biológico también está relacionado con el cáncer. Los telómeros, estructuras de ADN situadas en los extremos de los cromosomas, y la enzima telomerasa, son piezas determinantes en el proceso de degeneración celular y herramienta para atajar el crecimiento de los tumores.

Economía

Oliver Williamson y Elinor Ostrom

Gestión de bienes comunes

Las investigaciones de ambos estadounidenses demuestran que el «análisis económico puede arrojar luz sobre la mayoría de las formas económicas de organización social», según el acta del jurado. Sus trabajos cobran especial actualidad a raíz de la crisis financiera mundial y los esfuerzos para combatir el cambio climático.

El profesor Ellingsen glosó los estudios de los dos economistas. «Los barcos modernos nos permiten pescar con mayor eficiencia, pero los hemos usado para vaciar los mares. La invención de la dinamita -por parte del propio Alfred Nobel- facilitó la minería y la construcción, pero también permitió una maquinaria de guerra devastadora», sentenció Ellingsen. Ostrom, de la Universidad de Indiana y primera mujer en recibir el galardón en esta categoría, revela que las copropiedades pueden ser administradas eficazmente por asociaciones de usuarios, lo que desafía la creencia convencional de que la propieda común debe ser regulada o privatizada.

Williamson, de la Universidad de Berkeley, es un experto en el área de la economía de los costes de transacción. Concluyó que los mercados y las organizaciones jerárquicas, a semejanza de las empresas, tienen estructuras de gobernanza alternativas que difieren en su forma de resolver los conflictos de interés. Como ejemplo de la gestión comunitaria de los recursos, Ellingsen puso como ejemplo el Tribunal de las Aguas de Valencia.

Física

Charles Kao, Williard Boyle y George E. Smith

«Maestros de la luz» y de la fibra óptica

Tres «maestros de la luz», como los calificó el jurado de esta edición, Kao, Boyle y Smith han descollado por sus investigaciones en el campo de los semiconductores y la fibra óptica.

Los descubrimientos de Kao abrieron la puerta a la tecnología de la fibra óptica que se utiliza hoy en casi todas las comunicaciones telefónicas y de transmisión de datos», precisó el jurado en su día. De su lado, Boyle y Smith alumbraron un captor de imágenes digitales, el CCD (charge-coupled device) que hoy en día se ha erigido en un ojo electrónico para ser utilizado en todos los terrenos de la fotografía.

La invención del CCD ha facilitado el desarrollo de centenares de millones de aparatos digitales vendidos estos últimos años en todo el mundo.

Química

Venkatraman Ramakrishnan, Thomas Steiz y Ada Yonath

El ribosoma o la fábrica de proteinas

Los dos científicos estadounidenses y su colega israelí han centrado sus estudios en el ribosoma o el lugar donde se fabrican las proteínas del cuerpo. Los galardonados crearon un mapa detallado del ribosoma, una máquina molecular del interior de las células que lee el ARN, una especie de calco del ADN, y utiliza el código genético para fabricar proteínas, el elemento básico de todos los seres vivos.

Estos trabajos ayudan de forma directa «a proteger la vida y disminuir el sufrimiento de la humanidad», según destacó en su fallo la Fundación Nobel.