Sociedad

Una muestra recoge las claves de la reinvención de la arquitectura china

Jesús Lázaro y Francisco Sesé reúnen en el colegio de Arquitectos las tendencias, nombres y propuestas que inundan las ciudades del gigante asiático

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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China se reinventa. El dragón ya no está dormido. Económicamente, hace décadas que el país se embarcó en un proceso de reformas que lo ha consolidado como una potencia capaz de sostener su crecimiento incluso en plena crisis global. Culturalmente, después de un largo periodo de dirigismo vertical, en el que cualquier peculiaridad creativa había de someterse por norma a los criterios pragmáticos y homogeneizantes del gobierno, una nueva generación de artistas está aprovechando cualquier resquicio de aperturismo para dar rienda suelta a sus ideas.

La arquitectura no ha permanecido ajena a ese fenómeno. Muy al contrario, ha tenido que hacer frente a retos impensables bajo el régimen de Mao. En los últimos años, los estudios se han multiplicado, y las posibilidades genéricas que defienden también. Los objetivos no son los mismos, y las fórmulas para alcanzarlos, tampoco. Los arquitectos Jesús Lázaro y Francisco Sesé han explorado el universo creciente y variable de la nueva arquitectura china en la exposición 'En busca de una identidad arquitectónica', que puede visitarse en el Colegio de Arquitectos de Cádiz.

A través de un recorrido divulgativo, ordenado y eficaz, la muestra, coorganizada con la Junta de Andalucía, analiza los procesos de redefinición de la identidad moderna china originados en el contexto del boom urbano que convertirá a las ciudades del país en el hogar de 500 millones de personas en el año 2040. «La ciudad china es un nuevo laboratorio urbano y arquitectónico marcado por el frenesí constructivo en el que gran parte de la crítica arquitectónica centra su punto de vista buscando la posibilidad de desarrollar nuevas experiencias», explican los comisarios de la exposición.

La propuesta incide especialmente en los últimos cinco años, fundamentales para entender la actual situación de la arquitectura china. «Desde hace muy poco, el país ha vivido una auténtica revolución en el panorama artístico con la emergencia de nuevos diseñadores independientes y nuevas posturas arquitectónicas ayudadas directa o indirectamente por la influencia de equipos extranjeros». Tales hechos han establecido las bases de una modernidad autóctona que «trata de reivindicar su propio ser al tiempo que escapa de la tentación de las estéticas neoregionalistas que marcaron la arquitectura monumental del régimen comunista».

Enfrentados a la repentina apertura cultural y al imparable proceso de internacionalización, estos arquitectos cuentan, según detallan Lázaro y Sesé, «con una inmejorable oportunidad de desarrollo profesional y con una nueva y curtida competencia». El no siempre fácil equilibrio entre modernidad y tradición sigue siendo el objeto primordial de su trabajo, y la clave del éxito que su propio entorno les reconoce.

Lázaro y Sesé también reconocen la importancia de que Beijing alojara los Juegos Olímpicos de 2008, y Shanghai vaya a ser sede de la Exposición Universal de 2010, «dos oportunidades sin precedentes para que China se muestre al mundo como una nueva potencia contemporánea que quiere alejarse de las políticas represivas del pasado». Este hecho ha servido de catalizador en el desarrollo de una arquitectura contemporánea de reconocida calidad, tanto exportada como local, en contraposición a los millones de metros cuadrados de construcción realizados en el país. La muestra se cierra con un audiovisual en el que el público puede acercarse a propuestas que los comisarios han tenido que dejar fuera por cuestiones de espacio, y que incluye entrevistas a algunos de los creadores referenciales de la arquitectura china contemporánea.