Hadid rompe con el pasado de Roma

L a Ciudad Eterna se pone las pilas de la mano de Zaha Hadid. La arquitecta angloiraquí ha diseñado el primer museo de arte contemporáneo de Italia (MaXXI), una construcción de formas sinuosas, acogedora y vanguardista. Su fachada luce un cuerpo rectangular, con fachada acristalada, que parece un puente de mando futurista. O una torre de control desde la que divisar el barrio residencial de Flaminio, tan típico y tradicional como la heladería de toldo multicolor que te puedes encontrar a dos pasos de la Fontana de Trevi. Así es Roma. Tan vieja y seductora. Y una de las capitales preferidas de Zaha Hadid.

Hasta allí se ha ido para montar un centro que dispone de 19.640 metros cuadrados de espacios exteriores, un volumen construido de 113.000 y una superficie que alcanza los 29.000. En resumidas cuentas, un proyecto de envergadura que ha costado la friolera de 150 millones de euros. Ha capeado a cuatro ministros de Cultura, ha tardado más de diez años en hacerse realidad y, como muestra que no se anda con chiquitas, ahora se levanta donde antaño había una instalación militar. O sea, que el ladrillo y cemento han dado paso al cristal, el acero y el hormigón lijado, en tonos blancos, negros y grises. La Ciudad Eterna tiene cuerda para rato.