Los taxistas recurren a bonos descuento y llamadas gratis para atraer a nuevos viajeros

La desesperación hace agudizar el ingenio y recurrir a medidas que hasta el momento eran impensables. Y si no, que se lo pregunten al presidente de la asociación Teletaxi, Sebastián Blanco, que está estudiando junto a los miembros de su colectivo mil y una fórmulas para contrarrestar los devastadores efectos de la crisis. Este taxista es uno de los tantos damnificados por la caída en picado de un sector cuyos profesionales reconocen contar con pocas armas con las que capear el temporal.

«Este mes de noviembre está siendo criminal», confiesa apesadumbrado, mientras vaticina que los próximos tiempos no serán mucho mejores. «Hemos pegado un bajonazo gordo y las perspectivas no son buenas, ya que las ganancias se han visto reducidas a la mitad en los últimos meses». Un 50% de pérdidas que ha supuesto la gota que colma el vaso de un gremio que no levanta cabeza desde hace tres años.

La culpable, como apunta Blanco, no es otra que la consabida crisis, cuya responsabilidad copa al menos un 80% del problema. La Navidad, afortunadamente, supone un soplo de aire fresco en mitad de la tormenta, pues en esa época la demanda aumenta notablemente, si bien es cierto que con respecto a otros años también se percibirá un considerable descenso.

«Con las fiestas habrá un repunte, aunque no es que estemos muy ilusionados», insiste. Y es que el golpe ha sido importante, pues desde el mes de octubre el sector asiste impotente a una especie de ERE (Expediente de Regulación de Empleo), por el que se ha fijado una norma interna en la asociación que impide la admisión de asalariados.

Prescindir de trabajadores

Como explica el presidente de la asociación, los empresarios se han visto obligados a prescindir de casi una decena de trabajadores, algo que también irá en aumento en los próximos meses. Una espiral preocupante que ha provocado que los afectados se pongan las pilas e intenten buscar soluciones con la máxima urgencia.

Tras la tregua navideña, la dirección de Teletaxi se reunirá para dar forma a dos de las primeras iniciativas que pretenden poner en marcha para captar clientela: los bonos descuento y la recogida a domicilio gratuita. En el primero de los casos, se trata de facilitar viajes a precios más asequibles para colectivos como estudiantes o jubilados, con un sistema similar al de los bonobuses. Los más asiduos también contarían con ventajas como premio a su fidelidad, aunque son proyectos que aún están por perfilar.

La segunda opción consiste en algo incluso más novedoso, pues una vez que el cliente realizara una llamada telefónica para pedir un taxi el contador se pondría a cero hasta que se recogiera al usuario, con lo que no se cobraría el trayecto previo y la tarifa sería similar a la que resultaría de haber cogido el taxi en una parada.

Apretarse el cinturón

«Todo lo que se haga es poco para remediar esta situación», señala Blanco, que explica cómo puede afectar la caída de viajeros al nivel de ingresos de una familia que dependa de este servicio. «Si antes estábamos justos para llegar a final de mes, imagínate ahora con un 50% menos de recaudación. Con la mitad hay que mantener el vehículo, comprar gasoil, pagar el trimestre de Hacienda, la Seguridad Social, los gastos fijos mensuales... Es muy difícil conseguir 1.000 ó 1.200 euros libres, si hemos pasado de tener 8o ó 85 euros al día a sólo 30 ó 40».

Con todo, los profesionales prefieren no ser derrotistas y están dispuestos a luchar con uñas y dientes para conservar lo que les da de comer cada día.