Hecho a mano. Made in Spain

No nos machacamos el intelecto a menudo y el Gobierno para sacarnos de la crisis desde luego que no. Nos la machacamos con una mano Mariano. Con la otra también, Baquedano. El coro del Callejón de los Negros resucita su popurrí, y le dice a Mariano Baquedano, antiguo gobernador de la época de Felipe, que con las dos manos. Bueno, esto con el beneplácito de la Junta de Extremadura. Esta excelentísima institución nos recuerda que el placer está en nuestras manos. Por unos miserables 14.000 euros crea un taller cuyo objetivo es dar la talla. A juicio de otra excelentísima, ése es su tratamiento institucional, Bibiana, que le falta poco para entrar al trapo, manifiesta que siempre es necesario hacer una inversión en educación sexual y en prevención de embarazos no deseados. Para ello la Junta contrata con la tienda de objetos sexuales Los placeres de Lola. Presumo que a la Junta de Andalucía le quedan dos telediarios para importar la propuesta, auspiciada en los confines del mundo, eso es Extremadura y su ocurrencia extrema-damente-ma-dura. A mí lo que me pone en guardia una vez más es ese intervencionismo, ora en la economía, ora en lo que a posturas corporales podrá uno explayarse, advirtiéndonos cuales son realmente progresistas, a la vez que políticamente correctas e igualitarias. Sólo nos queda que nos coloquen una especie de marcapasos para regular el bombeo de la presión sanguínea e igualar de paso nuestras anatomías, para así alcanzar el cenit de la auténtica igualdad de género. Con el tiempo nos miraremos las manos, a este paso presentarán síntomas de callosidad extrema, cuando no auténticos espolones, eso es lo que traerá tanto placer en nuestras manos. Si además, esto se justifica con los embarazos no deseados, le añadimos los efectos de la previsible ley del aborto, el problema del desempleo tiene garantizado por fin un arreglo definitivo, ya que la incorporación de nuevos trabajadores al mercado será una entelequia, igualándose el índice de natalidad a cero zetapero.

La ministra de economía, que posiblemente piense más con las manos que con la cabeza, se ha sorprendido con el genio alemán y opta por incorporar a España el denominado kurzarbeit, en cuya virtud la Agencia Federal Alemana de Empleo asume el pago de la prestación de desempleo de forma parcial y proporcional al tiempo que permanece trabajando el trabajador, al tiempo que asume el pago de la cotización de la Seguridad Social. Supongo que alguno de los expertos del Ministerio de Trabajo o de los 650 asesores que ZP tiene en Monclóa, le haya advertido a la avispada Sra Salgado que ello existe en la legislación patria desde tiempo inmemorial, tanto en los expedientes de regulación de empleo, en cuya virtud se minora la jornada de trabajo o cuando un trabajador es solicitado del Servicio Público de Empleo y compatibiliza la prestación con el trabajo a tiempo parcial. No se imagina la ministra el tiempo que tienen de existencia en la legislación española los artículos 12, 47 y 51 del Estatuto de los Trabajadores y el 209 de la Ley General de la Seguridad Social. La única diferencia, aunque en el pasado ya existió y se derogó por razones de déficit público insostenible, la financiación de la cotización de la Seguridad Social durante la compatibilidad de la prestación de desempleo y el trabajo a tiempo parcial.

España es un gran país, con gente maravillosa, pero qué de gilipollas hay y de pajoleros se prevén en un futuro próximo.