Opinion

Las cenizas de Lothar

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Hoy, a las once de la mañana y en una ceremonia entre íntimos, las cenizas de Lothar Bergmann serán esparcidas por la necrópolis tarifeña de Los Algarbes. Tras su repentina muerte de esta semana en el hospital de Córdoba, los amigos, parientes y allegados recordarán la obra de este alemán que quiso ser andaluz y al que no arredró a la hora de sus investigaciones el hecho de que tuviera que llevar una bombona para respirar durante algunos de los últimos años de su vida, aunque recientemente ya se había desprendido de ella. Espeleólogo y consejero de honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños, le debemos el descubrimiento de varias docenas de cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre en la provincia de Cádiz. La mayoría de las figuras en los yacimientos descubiertos por él datan sobre todo del Neolítico, Calcolítico y de la Edad del Bronce. En cinco cuevas localizó también arte paleolítico, destacando las manifestaciones prehistóricas de la Cueva del Moro (Tarifa). Se trata del arte rupestre más antiguo de la provincia de Cádiz del denominado período Solutrense (Paleolítico Superior) con una antigüedad de unos 20.000 años. Y nunca olvidó su compromiso a favor de la paz y de los derechos humanos, contra el militarismo y el terror, entre otras formas de violencia. Hemos perdido mucho aunque el Cádiz oficial le ignore.