Agustín Correa ha asumido la dirección técnica del CV Puerto Real con muchas ganas. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Profeta en su tierra

Tras la marcha de Miguel Ángel Serrano, el chiclanero Agustín Correa se hace cargo del banquillo del Puerto Real con el deseo de completar un buen papel

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Un gaditano que toma las riendas de un equipo de la provincia. Un hombre que triunfa en este deporte y que afronta el reto de dirigir a un conjunto modesto pero que no renuncia a nada. Agustín Correa, un licenciado en Educación Física, un amante del cine, acaba de asumir el papel más ilusionante de su dilatada carrera deportiva. Pese a llegar como jugador a las filas del club de la Villa, la precipitada marcha de Miguel Ángel Serrano le ha colocado al frente del cuerpo técnico de la entidad. «La verdad es que ha sido un cambio bastante brusco y lo afronto con la mayor ilusión posible y sobre todo con mucho trabajo», comenta el flamante preparador.

El debut de Correa en el banquillo no se pudo cerrar con una victoria el pasado fin de semana. En este sentido, el míster asegura que «realmente jugamos sin preparación. Sólo habíamos entrenado dos veces y aunque en el partido ya se vieron algunos cambios, aún queda mucho por trabajar». La siguiente prueba de fuego no será fácil para el entrenador ya que el CV Puerto Real se mide al potente CAI Voleibol Teruel. «Esta semana jugamos contra el campeón y la siguiente en casa esperamos ya ofrecer un mejor partido», señala convencido.

De momento, los de la Villa están trabajando a buen ritmo aunque Correa también apunta que se trata de un plantilla muy ajustada. «Ahora sólo disponemos de once jugadores, dos de ellos tienen algunos problemas físicos, y lo ideal es que nos reforcemos y contemos con un jugador más, nacional por supuesto». Y es que el míster quiere tener los máximos recursos disponibles para plantear lo que queda de la temporada con garantías.

Agustín Correa tiene muy claro cómo quiere que sea su equipo. El técnico mantiene que «me gustaría sobre todo que fuera ordenado, que tuviera disciplina táctica y mucha coherencia y no que cada uno vaya a lo suyo». Con esas premisas tratará de arrancar las mayores victorias posibles.

Tras su paso por Melilla, Granada y Murcia, el chiclanero afronta un importante reto. «Es cierto que me fui de aquí hace doce años y ahora he vuelto y tengo esta oportunidad y espero hacerlo lo mejor posible».

El técnico además tiene claro que le gustaría seguir en el club puertorrealeño y poder confeccionar él mismo el equipo. «Evidentemente me gustaría continuar y darle mi forma al equipo desde el principio. Pero lo primero es terminar bien este año. Entonces sí que seré profeta en mi tierra», comenta.