Halloween y los 'tosantos'

He perdido ya la cuenta de en cuántos sitios de Jerez me han dicho que celebran una fiesta de Halloween. Que hay que ir disfrazado, pero que si no, no importa. Que no hace falta ir como las hijas de Zapatero, aunque mira por dónde se me acaba de ocurrir una idea para un traje.

El caso es que aquí, más que aquello de ir por las puertas de los vecinos diciendo «tato o truco», lo que se lleva suele ser la visita a los difuntos en el Cementerio de Nuestra Señora de La Merced. Lo que viene a ser el Día de Todos los Santos o incluso los Tosantos. A mí, en principio, no me parece mal abrir la ventana y dejar entrar tradiciones de fuera. En el caso de Halloween, incluso, la parte más positiva es aquello de tomarse la muerte como una celebración. Pero habrá que evitar que las futuras generaciones se terminen olvidando de nuestra herencia cultural y acaben siendo cocacolonizados por los norteamericanos, como decía un profesor que me daba clases en la Facultad.

Ahora que se acerca la Navidad, ocurre un poco lo mismo con los Reyes Magos. Que si la eterna disputa entre Papá Noel y Melchor, Gaspar y Baltasar. Pronto conoceremos quienes encarnarán en la ciudad a sus Ilustres Majestades de Oriente, que serán tres jerezanos representativos y conocidos.

Esperemos que en un futuro la selección no se haga más difícil, teniendo que reducirse a una sola persona que haga las veces de Santa Claus. ¿Se imaginan a David De María o Jaime Cantizano, por poner algunos ejemplos recientes, diciendo «jo, jo, jo»?

En fin, que no veo nada de malo en esto de Halloween, pero en la ciudad se empieza a hacer algo cansino. Hay otras fiestas, como la Semana Santa, donde supongo que es imposible introducir ese tipo de variables. Pero de eso ya hablaremos otro día.