TRIBUNA LIBRE

Bodas de oro de los estudios sociales en Cádiz

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P arece que fue ayer cuando en octubre de 1959 se iniciaron en esta provincia unas enseñanzas prácticamente desconocidas, pero que por su contenido iban a calar muy hondo no sólo en nuestra juventud de aquél entonces, sino en la sociedad civil en general, y mucho más en el entramado que se avecinaba de las relaciones jurídico-laborales.

Precisamente, por una Orden Ministerial de 1957, pero desarrollada dos años más tarde, unos valientes profesores, pero a la vez profesionales del Derecho, empezaban a impartir unos estudios que creados en 1925 le daban a nuestra provincia el rango de Graduado Social. Estos profesores que iniciaban por sus conocimientos una formación a alumnos del mundo laboral, crearon el Seminario de Estudios Sociales San Raimundo de Peñafort, los cuales hasta 1980 supieron ocupar el lugar que le correspondía a las entonces Escuelas Sociales, pues este seminario, dependiente de la Escuela Social de Granada, la única existente en Andalucía, tuvo un nivel de formación muy alto y aquella semilla que con tanto cariño pusieron hombres como Paco Wihelmi, Paco Esteban, Hipólito Hernández García, Alfredo Salvador Bosque, Pepe Lorca, Juan Palma, Emilio de la Cruz, Julio Vecino y Juan Manzano, dejaron tal secuela en nuestra sociedad que gracias a ellos hoy mantenemos una Facultad denominada Ciencias del Trabajo, donde a los 50 años de estar en marcha los estudios sociales, ya tenemos el Título de Grado.

Estos estudios existentes hoy, han hecho que centenares de Graduados Sociales vivan de su ejercicio profesional como cumplidores de su misión, cual es la Justicia Social, por lo que en este 50 aniversario, los Graduados Sociales tenemos que agradecer a aquella Escuela Universitaria la labor que desarrolló, la formación que nos dio y cómo aquellos fundadores, los cuales ocupaban cargos como fiscales, magistrados, inspectores de trabajo, miembros del Cuerpo Jurídico de la Armada, secretarios judiciales, etc... supieron transmitir sus conocimientos prácticos, pero con un espíritu de lo social que más quisieran muchos de hoy tener los conocimientos que ellos tenían.

Por ello, al cumplirse el 50 aniversario de la llegada a nuestra provincia de los estudios de Graduado Social, quiero resaltar que hoy su figura es una figura jurídica, actúa como operador jurídico en actuaciones procesales, tanto ante los Tribunales de lo Social como de lo Mercantil, siendo una profesión que de no existir habría que crearla, pues su esfuerzo, su superación, su saber ensamblar a los empleadores y empleados, a los pensionistas de la Seguridad Social y a todo el mundo del trabajo les ha hecho ser unos profesionales que aglutinados en su Colegio son ejemplo de lealtad, entrega y superación. Por ello, quiero desde estas líneas recordar a tantas mujeres y hombres que han sido fieles a sus principios y a sus valores sociales, pioneros del mundo laboral en esta provincia y agradecidos con sus orígenes porque supieron dejar la huella de ser unos profesionales de prestigio, por lo que no en vano su figura procesal y conocimientos les hacen ser a los Graduados Sociales unos miembros activos de esta sociedad civil y unos auténticos juristas que viven en estos momentos de convulsiones socio-políticas. Felicidades a todos y celebraremos nuestras bodas de oro con la misma sencillez que hace 50 años nos dimos a la sociedad, sin olvidar a los fundadores de aquél Seminario a los que tanto se les debe.