Fachada de pubs, donde se produjo la agresión. / A. V.
CÁDIZ

Un portero de discoteca se enfrenta a tres años de cárcel acusado de pegar a un cliente

El vigilante le causó supuestamente una gran herida en la cara La Fiscalía exige al pub 'Zona 10' que indemnice al agredido

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El portero de discoteca cogió por los hombros al cliente, lo sacó del local y la emprendió a puñetazos con él hasta el punto de abrirle la cabeza con una herida y destrozarle la cara y la boca. La Fiscalía de Cádiz acusa de haber cometido estos hechos al portero de una discoteca de la punta de San Felipe, que será juzgado mañana en la Audiencia Provincial por un supuesto delito de lesiones cometido en marzo de 2008.

La agresión tuvo lugar en la sala Zona 10, de la popular zona de marcha, a las tres de la madrugada, según la Fiscalía, sin que hubiese «un pretexto» que justificase no sólo la expulsión sino la brutalidad de la supuesta paliza. El agredido tuvo que ser, incluso trasladado al hospital Puerta del Mar para ser atendido. Y como consecuencia le ha quedado una marcada cicatriz plana de tres centímetros de largo que le deforma parte de la cara.

El portero supuesto causante de esta paliza, Juan Carlos A. C., se enfrenta a una petición pena de tres años y medio de cárcel, que solicita el fiscal por el delito de lesiones. Además, la Fiscalía pide que la empresa en la que trabajaba -la discoteca Zona 10- pague como responsabilidad civil una indemnización de 1.150 euros al supuesto agredido, que compense las lesiones y las secuelas -la cicatriz-. Además de que se haga cargo de los gastos de odontología.

Secuelas

Y es que, como consecuencia de la agresión, el cliente sufrió «una herida inciso contusa» en el cuerpo cabelludo y el pómulo derecho, recuerda el fiscal. Pero también perdió parte de uno de los incisivos superiores, rotos por los puñetazos. Las heridas se curaron relativamente pronto, en apenas 10 días, pero le quedaron secuelas «que comporta alteración estética de su rostro», recoge el escrito de acusación, al que ha tenido acceso este periódico.

El supuesto agresor, que no cuenta con antecedentes penales, estaba contratado como portero en el pub. Por lo que se extiende parte de la indemnización que debe pagar a la víctima a la empresa que lo contrató, en concepto de responsabilidad subsidiaria.