Estuve en Madrid

La manifestación por la vida, por la mujer y por la maternidad ha sido una expresión de que la sociedad está viva. Las numerosas organizaciones que han dinamizado esta defensa de la vida, independientes de los partidos políticos y de la jerarquía eclesiástica, con el imponente esfuerzo y coordinación que han supuesto, son una demostración de que la sociedad va por un lado, y estos políticos que nos gobiernan y los que les apoyan quieren llevarnos, por otro, a la pérdida de la dignidad humana. Por eso es lógico que haya resultado un éxito la manifestación.

En Madrid había muchísima gente joven, niños de todas las edades, madres con sus hijos pegados a su cuerpo con una silla blanda, personas mayores..., es decir, estaba la sociedad en su diversidad. No he visto ningún gesto de odio, de mal gusto, había alegría, solidaridad. La defensa de la vida es una auténtica política social. Invito al Gobierno a que tenga en cuenta esta reacción de la sociedad y retire el anteproyecto de ley.