«Hay que hablar de deberes y no sólo en las aulas»

-Defienden que el espíritu de una ciudad educadora no se queda en los colegios.

-No. Esta asociación internacional entiende que hay numerosas posibilidades, lugares y ámbitos en los que se genera educación. Tradicionalmente, la educación está ligada a la escuela y a las familias y lo que tratamos de compartir es el concepto de que la ciudad es un elemento generador de educación aunque también se dan momentos deseducativos. Nuestra teoría es que la deseducación se combate con más educación. Tratamos de hacer ver a los responsables políticos y técnicos cuál es el rol de los ayuntamientos en este planteamiento.

-¿Por qué es tan importante pertenecer a este club?

-La educación sólo se hace colaborando, otra cosa es la instrucción o el adoctrinamiento. Es importantísimo el diálogo, el aprendizaje mutuo, el tener en cuenta cómo nos comunicamos, la participación y la evaluación de las propias actuaciones e intentar, en definitiva, que la ciudad sea cada día un poco más educadora. Esto es, que los ciudadanos sepan por qué, para qué, cuándo y con quién se hacen las cosas, que sepan y aprendan a tener conciencia de cuáles son sus derechos y cuáles son sus deberes.

-Estamos hablando de ayuntamientos, políticos... ¿En qué beneficia la inclusión de Jerez en la red a una familia media con dos o tres hijos?

-Creo que en todo. Beneficia a los padres comunicándoles qué es lo que la ciudad les ofrece, por una parte, y qué es lo que la ciudad espera de ellos. A los hijos, conocer su ciudad, vivirla, aprender las formas de participación para sentirse ciudadanos, cómo respetar el espacio público o cómo ser conscientes de las cuestiones positivas que nos proporciona la ciudad en todos los ámbitos: deporte, sanidad, cultura, medio ambiente...

-Este año se han vuelto a instalar prefabricadas, hay centros que necesitan reformas urgentes... ¿qué pasos tiene que dar ahora Jerez?

-Desconozco en qué momento se encuentra Jerez y desde qué punto partió. Siempre digo que no hay ciudades más educadoras que otras. Lo importante es cómo la ciudad progresa respecto de ella misma. Hablamos de actitudes, de conocimientos y hay cosas que son muy mesurables y otras intangibles.

-¿Jerez está haciendo esfuerzos?

-Creo que sí. Uno de ellos, con toda la humildad, es mi presencia aquí. Los responsables del Ayuntamiento se han preocupado de que venga a explicar y compartir cuál es el ideario de este movimiento.

-¿Qué impresión se lleva de las reuniones que ha tenido en la ciudad con educadores?

-Creo que hemos dado un paso adelante de ver que realmente las familias y la escuela siguen teniendo un rol clave pero no exclusivo y esto, de alguna forma, demanda una reflexión por su parte y un reposicionamiento de sus roles.

-¿Hay que hacer más hincapié en los deberes de los ciudadanos?

-Estuvimos en un contexto en el que los derechos fundamentales no eran respetados y es cierto que hemos pasado épocas en las que había que poner el acento en ellos. Ahora nos damos cuenta de que el no haber recalcado también los deberes ha provocado a veces una dejación y una no consideración de cuál es el deber individual y colectivo de cada uno. Esto es básico y hay que hablar de derechos pero también de deberes y no sólo en las aulas.

-¿Cuál es el modelo de ciudad educadora?

-Planteado así, indicaría que hay un estándar al que todo el mundo tiene que llegar pero no hay nada más alejado de la educación. Una ciudad educadora debe ser una ciudad habitable, sostenible, de una ciudadanía cohesionada, donde derechos y deberes sean contemplados por todos y, por tanto, que el camino a hacer por Jerez es único porque parte de una ubicación geográfica, de unas tradiciones y de una andadura específica.