El Puerta del Mar utiliza quirófanos del Hospital San Carlos para atender a la población isleña. / LA VOZ
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Las operaciones sin ingreso hospitalario le ganan la batalla a la cirugía tradicional

Las técnicas ambulatorias se extienden a más especialidades para aliviar la lista de espera Los especialistas concertaron un millar menos de intervenciones sólo el año pasado

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«Se viene por la mañana en ayunas y le operamos la hernia. Por la tarde podrá estar usted en su casa». La recomendación es cada vez más usual en los centros hospitalarios, donde el 60% de las intervenciones se realizan sin necesidad de ingreso. Durante 2008 los hospitales de la provincia realizaron 47.150 operaciones de este tipo, un millar más que el año anterior. La técnica se llama cirugía mayor ambulatoria y cuenta ya con dos décadas de recorrido en la provincia.

Lo que comenzó siendo una estrategia para ahorrar costes se ha convertido en la principal actividad quirúrgica de los centros sanitarios. El doctor Ricardo Noval conoce de primera mano el desarrollo de este tipo de tratamientos. Es el jefe de Anestesia del Hospital de San Carlos de San Fernando y coordina también los procesos en el Puerta del Mar. Ambos centros se reparte más de la mitad de las intervenciones ambulatorias que se realizan en la provincia, que sólo el año pasado superaron las 24.000.

El especialista va más allá y habla incluso de un cambio de la mentalidad sobre la cirugía al asegurar que cada vez aborda procedimientos más complejos. Tanto es así que ya le consigue arrancar pacientes a las operaciones planificadas. Sólo el año pasado se llevaron a cabo 17.500 con aviso previo, unas 1.200 menos que en 2007, lo que consolida la tendencia desde 2001.

Para ello se utilizan técnicas de anestesia que reducen tanto los cuidados como el riesgo de complicaciones e infecciones en el posoperatorio. De esta manera, se facilita un alta precoz en la unidad de reanimación con el fin de que el pacientes pueda volver a casa sin pasar la noche en el hospital. Para ello los centros han tenido que dotar sus quirófanos de un instrumental adecuado. Las afecciones más habituales son los legrado uterinos, las cataratas, los tumores benignos de mama, nódulos y pólipos de garganta y fimosis.

Posoperatorio

«Además del ahorro de gasto que supone para la sanidad pública, el paciente tiene una convalecencia más llevadera», explica el especialista. Parece que se reduce el riesgo de infección y surgen menos complicaciones. El cambio de mentalidad ha sido grande tanto para el médico como para el usuario. El doctor Noval recuerda que era muy complicado convencer a alguien de que la intervención sería por la mañana y podría marcharse por la tarde. «Ahora son ellos mismos los que te lo piden», recalca.

El dispositivo específico para la cirugía mayor ambulatoria que depende del Puerta del Mar se distribuye entre dos unidades, la del centro gaditano, con seis camas y cinco sillones y la del isleño, con ocho camas y seis sillones. La dotación está pendiente de un refuerzo que irá ligado a la ampliación de especialidades. «Hemos solicitado hacer intervenciones cardiovaculares, pero estamos a la espera». La reforma que se está acometiendo en los quirófanos del Puerta del Mar vendrá a aliviar la carga. En el resto de la provincia también se están poniendo medios para reforzar las intervenciones sin ingreso.

Eficiencia

«Se hace más eficiente el servicio porque no requiere cama para hospitalización y, sobre todo, por comodidad para el paciente. No es lo mismo estar convaleciente en casa que ingresado en el hospital con toda la familia movilizada», aclara el especialista. Además recalca que las nuevas técnicas permiten optimizar los recursos. Otro de los objetivos era reducir las polémicas listas de espera para una intervención y la alta rotación de pacientes ha permitido llegar en fecha a los compromisos. El cirujano del Puerta del Mar Jerónimo Gil-Olarte confirma el descenso de casos de las intervenciones planificadas, lo que «ha supuesto un desahogo grande en los quirófanos».

Uno de los avances ha sido la laparoscopia, que se utiliza para extracciones por aspiración. Es la misma que se realiza para los trasplantes renales y para operaciones de vesícula. Ese nuevo procedimiento ha permitido reducir enormemente los tiempos de ingreso de tal forma que para una intervención de colon ascendente la convalecencia sería de cuatro a cinco días en lugar de diez. Otra de las áreas en las que se ha actuado es en la cirugía traumatológica, donde la fractura de cadera es una de las afecciones más habituales. La intervención es la misma, pero el tratamiento en el posoperatorio es lo que determina el tiempo de ingreso. El Puerta del Mar ha conseguido reducir de veinte a diez días la convalecencia en el centro gracias a estas técnicas con el paciente una vez salido de la intervención.