Poyatos se fija en Ghana

La Liga española, la Premier League o el Calcio italiano han dejado de ser epicentros del fútbol mundial durante unas semanas para cederle parte del protagonismo a Egipto. Allí, en tierras africanas, se afronta la recta final del Mundial sub'20 y por ello se ha trasladado hasta El Cairo gran parte del mundo futbolero atraídos por las principales promesas del balón.

El Xerez, que no ha querido faltar a una cita de obligado cumplimiento, ha estado representado en la tierra de las pirámides por un Antonio Poyatos que aterrizaba en Jerez hace unos días con su maleta cargada de notas. El secretario técnico xerecista ha pasado diez días en Egipto cargados de fútbol, contacto con representantes e intercambio de información.

Entre todos los datos que ha procesado durante estos días se queda especialmente con el fútbol que ha realizado Ghana. El papel de revelación se les queda pequeño, pues para muchos -entre ellos, Poyatos- Ghana está realizando el mejor fútbol del torneo. El técnico jerezano considera que «una de las selecciones sorpresa y que mejor fútbol está practicando es Ghana, y entre sus jugadores, el que más está destacando está siendo Rabiu -quien la pasada temporada fuera integrante de la plantilla del Xerez-, que está haciendo un Mundial sub'20 excelente. Ha progresado y ya sabíamos que se trataba de un jugador con potencial y pienso que en el futuro será un jugador importante a nivel mundial». Los miembros de la secretaría técnica del Deportivo nunca han escondido su debilidad por el medio centro africano, pero también reconocen que «aquí tuvo muchos problemas para volver de Ghana cada vez que se iba y, por problemas burocráticos, se perdió bastantes meses de competición. Además, el equipo estaba funcionando muy bien y prácticamente no jugó. Tiene que seguir progresando, pero es un gran futbolista».

Una de las preguntas obligatorias que había que realizarle a Poyatos tras su regreso apuntaba al mercado de invierno. ¿El Xerez podría firmar a algún sub'20 en diciembre? «No se descarta nunca, pero sí tenemos claro que lo que nosotros necesitamos es un futbolista que esté hecho ya y allí la mayoría son proyectos de jugadores con mucho potencial, pero que tienen que continuar mejorando. A la mayoría les falta un poco para competir al máximo nivel».

Poyatos no quiere centrar el foco en ningún jugador ni confesar cual de ellos le había llamado más la atención, aunque con total seguridad harán un seguimiento específico a más de un participante. Por contra, no esconde que a nivel de selección, la que más le «ha gustado ha sido la de Ghana». El combinado en el que juega Rabiu se ha plantado en las semifinales, donde se medirá mañana martes a Hungría. Además del ex xerecista también está rindiendo a un gran nivel el media punta Ayew y Dominic Adiyiah, que se encuentra entre los máximos goleadores.

América y África

A la hora de tirar la caña, las aguas europeas parecen demasiado revueltas, por lo que, según Antonio Poyatos, la zona africana y americana parece más propensa al éxito. «Los jugadores más importantes de cada selección siempre tienen a entidades importantes detrás. Pescar en las selecciones europeas prácticamente es imposible porque los futbolistas ya pertenecen a equipos de Europa importantes. El mercado que más se nos abre es el de selecciones africanas, de Centroamérica y Sudamérica y es el que más hemos intentado controlar».

Obviamente, en este tipo de campeonatos «hay jugadores bastante interesantes, lo que pasa es que hay que tener en cuenta que son futbolistas sub'20 que la mayoría son proyectos de jugadores con bastante potencial, pero que a la mayoría les falta un poco para poder jugar en la alta competición. Siempre es positivo ver en vivo a estos jugadores para poder hacerles un seguimiento a los que más destacan».

Difícil mercado

El problema que encuentra el técnico azulino es que «este mercado está muy trillado. De hecho, en este Mundial sub'20 me he encontrado técnicos de todo el mundo. Allí estaba prácticamente toda al Primera División, bastante gente de Segunda de España y luego había una cantidad importantísima de scouting y de técnicos de toda Europa y de otras partes del mundo. Por tanto, es un mercado muy controlado y cualquier jugador que destaque siempre tiene clubes importantes detrás». Esto quiere decir que se trata de un mercadeo caro, complicado a la vez que obligado. «Hay que estar ahí, pero no es un mercado fácil. Vimos prácticamente toda la primera fase en vivo, pero es cierto que los jugadores importantes ya están controlados por los grandes equipos que tienen un poder adquisitivo grande y con los que no podemos competir. Yo siempre pienso que puede haber algún jugador importante por ahí».

Este tipo de torneos no sólo permite ver en directo a muchos potenciales fichajes sino que además permite contactar con un gran número de representantes «españoles y a nivel europeo y mundial». Según Antonio, «ese es otro de los motivos importantes de este viaje porque hemos podido abrir un poco el abanico de contactos con gente de fuera de España. Sobre todo hemos contactado con gente de Europa. A los españoles, prácticamente, los conocíamos a todos, pero hemos ampliado con representantes de otros países». El enviado xerecista explica que «había una empresa que organizaba el viaje y era donde estaban la mayoría de técnicos, pero yo iba con seis o siete técnicos que íbamos juntos por otra parte. La gente ha funcionado en grupo y un gran número coincidíamos en el mismo hotel, con lo cual, hemos tenido más opciones de hacer contactos».

En definitiva, Poyatos lo resume como «una experiencia positiva donde, en teoría, se aglutinan los jugadores con más proyección del mundo. Hemos estado diez días y lo hemos aprovechado a tope. Durante el día nos desplazábamos a las distintas sedes y durante la tarde y noche veíamos los partidos. Llegábamos bastante tarde al hotel, nos acostábamos, nos levantábamos y nos íbamos otra vez de viaje. Sólo tuvimos una mañana libre, que fuimos a ver las pirámides, pero nada más», todo lo demás fueron horas dedicadas a buscar a esa promesa que haga crecer al xerecismo.