vuelta de hoja

Algunas cabezas no suenan

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Considerada la guillotina el mejor remedio que se ha inventado nunca contra la caspa, hay que usarla con prudencia, que es una suprema virtud política. Quizá el señor Rajoy la confunda con la cobardía o acaso no quisiera echarle más valor porque teme quedare solo si echa a todos los mangantes. Lo cierto es que si hubiera una laureada para políticos en estado de merecer no se haría acreedor de ella. La tensión es inaguantable, pero él la sigue aguantando. Las cabezas que han empezado a rodar no hacen demasiado ruido, o bien el estrépito está amortiguado por la distancia. También puede suceder que no suenen porque estén vacías y hayan sido llenadas exclusivamente con dinero, que hace un ruido distinto, que ya no escandaliza a nadie. El presidente valenciano Camps, que está elegante incluso vestido de fallero, ha destituido al portavoz parlamentario Juan Costa, íntimo de El Bigotes, cuando éste se negó a dimitir y le plantó cara. Hay que reconocer que la extensión de la superficie facial de ambos es considerable. O se trata de las dos personas más calumniadas de la península o nos estamos refiriendo una de las parejas de caraduras más importante del planeta. Convendría aclararlo para pedirles perdón o para pedirles explicaciones.

Los votantes españoles, entre los que se incluyen los que están asqueados y deciden no acudir a las urnas, están hechos un lío. ¿Quién desenreda la madeja de la corrupción? Hay demasiados cabos sueltos y además les da pánico tirar del hilo por si se saca el ovillo. Parece que es una bola gigantesca. A la legendaria Ariadna le sirvió para que su amante pudiera salir del laberinto de Creta, pero Ariadna era hija de Menios y de Pasifae y los políticos ladrones son unos hijos de quienes ustedes y yo sabemos.