El ministro de Economía egipcio y presidente del Comité del Fondo Monetario Internacional, Yusef Butros Ghali (d), junto al director gerente del FMI , Dominique Strauss-Kahn, durante la reunión del Comité del FMI en el centro de congresos de Estambul (Turquía). / Imagen cedida por el FMI
reunión en estambul

El FMI se compromete a eliminar el control europeo de la jefatura del organismo

Desde su fundación en 1944, todos los directores gerentes del Fondo Monetario Internacional han sido europeos y el "número dos" estadounidense

ESTAMBUL (TURQUÍA) Actualizado: Guardar
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La cesión de poder a los países en desarrollo en las estructuras económicas internacionales ha dado un nuevo paso con el compromiso de los países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) de poner fin al control europeo de la jefatura de este organismo. El Comité Monetario y Financiero Internacional, que representa a los 186 países miembros del FMI, ha prometido aprobar en abril un nuevo proceso de selección de los directivos de la entidad que será "abierto, basado en el mérito y transparente".

Desde su fundación en 1944, todos los directores gerentes del Fondo han sido europeos, mientras que el "número dos" ha sido estadounidense. A cambio, Estados Unidos se ha reservado la designación del presidente del Banco Mundial. Se trata de un pacto tácito entre los dos máximos accionistas de las instituciones contra el que los países en desarrollo protestan desde hace años.

La declaración del Comité, efectuada al término de su reunión semestral, significa que por primera vez en su historia el próximo director gerente del FMI podrá no ser europeo, según ha confirmado una fuente de la entidad.

Empuje del mundo en desarrollo

El Comité se ha reunido en un centro de convenciones en la parte europea de Estambul, en una colina con vistas a Asia, en el que se ha sentido más que nunca el empuje del mundo en desarrollo que comienza al otro lado del estrecho del Bósforo. La cita se ha celebrado una semana después de que el G-20, compuesto por naciones avanzadas y en desarrollo, se consolidara como el foro de coordinación económica más importante del mundo, en sustitución del club de países ricos y Rusia que es el G-8.

Los países en desarrollo lograron más que eso en la cumbre de Pittsburgh (EEUU) al ganarse el respaldo del Grupo a transferir "por lo menos" un 5% del voto en el seno del FMI de los países ricos sobrerepresentados a los emergentes. En la práctica esto significa una cesión de voto de Bélgica, Suiza y posiblemente Reino Unido y Francia, por ejemplo, a países como China, Brasil, México, la India y Rusia. Hoy, los otros 166 miembros del Fondo han expresado su conformidad con lo sugerido por el G20 por medio del Comité Monetario y Financiero Internacional, que ha apoyado la propuesta en su declaración.

Brasil pide un 7% del voto

El ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, ha insistido en su intervención ante el Comité en que el 5%es el mínimo, y ha demandado que se ceda un 7% del voto. Eso dividiría el poder al 50% entre países avanzados y en desarrollo en el seno del FMI. "Esperamos que los países avanzados sobrerepresentados se percaten de que pueden perjudicar mucho al Fondo si intentan bloquear o atrasar la reforma", ha declarado Mantega. Por su parte, el director gerente del organismo, el francés Dominique Strauss-Kahn, ha recalcado que una transferencia del 5% "no estaría mal" y se añadiría al 2,7% aprobado el año pasado.

Los cambios en el G20 y el FMI son un reflejo de un gran cambio en la estructura económica mundial que ha quedado especialmente patente durante la crisis, generada en los países ricos. Las naciones en desarrollo ayudan a salir al resto del mundo de la recesión con su repunte actual y demandan una influencia en los órganos de poder en consonancia con su nuevo peso económico.

Además, son la clave para un crecimiento más equilibrado en el futuro, puesto que el mundo "no podrá confiar tanto en el gasto estadounidense para impulsar el crecimiento", según dijo hoy en la sesión del Comité Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EEUU. Para ello, China en especial deberá promover la demanda interna e importar más. A cambio, los países en desarrollo quieren más representación y la posibilidad de colocar a uno de los suyos en la jefatura del FMI.