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Un enfermero premiado por la Junta realiza los primeros talleres con niños obesos en el Centro de Salud de Rota

ROTA Actualizado: Guardar
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Los niños con sobrepeso de Rota y sus familias pueden sentirse afortunados, porque unos pioneros talleres les ayudarán a bajar de talla. No por estética, sino por salud. El curso pasado participaron unos 80 niños con sobrepeso que fueron repartidos en varios talleres para realizar un seguimiento completo de los pequeños.

La clave de esta iniciativa se encuentra en el esfuerzo e interés de un enfermero del Centro de Salud de la localidad roteña que desarrolló un novedoso programa con el objetivo de reducir «el alto índice de obesidad infantil en edades jóvenes». Javier Patiño Gómez trabajaba ofreciendo charlas y asesorando sobre la nutrición a niños de primero de Educación Secundaria Obligatoria, pero tras esta experiencia decidió que se podía hacer algo más y que la mejor edad para prevenir los problemas de obesidad era entre los 6 y 12 años. «Los pediatras del Centro de Salud estaban cada vez más alarmados por los casos en edades muy tempranas de sobrepeso y son los que derivaron los paciente al taller».

Un taller que ha sido premiado este mes de junio en el Certamen de Programas de Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada, de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. El proyecto inicia el próximo mes su segunda convocatoria, y según explicó Javier Patiño su objetivo es «intervenir en casos de niños con sobrepeso para corregir el problema de salud, darles pautas adecuadas de alimentación y ejercicio físico tanto a los menores como a sus padres, y prevenir la obesidad».

De esta forma los familiares y niños adquieren «información y formación sobre la nutrición». Así el 60% de los participantes de los talleres han mejorado su alimentación durante la realización del taller, y el 65,2% su Índice de Masa Corporal (IMC). Los talleres están divididos en sesiones. En la primera se explican las pautas de alimentación por edades, los alimentos y la necesidad de hacer ejercicio. Los niños adquieren un compromiso «como comer más verdura, fruta o comer sin ver la televisión», explica Patio. Una práctica que persigue que los niños «coman despacio, saboreen los alimentos, las texturas y sean conscientes del acto social de comer». Al final del taller evalúan los avances.

«Este año vamos a aumentar el tiempo de tratamiento para afianzar los hábitos conseguidos».